Usted está aquí: miércoles 21 de enero de 2009 Capital Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Ángel Velázquez
[email protected][email protected]

■ Comenzó a carburar la maquinaria azul

■ Uso clientelar de recursos del erario

Y ahora, tiempo de cochinero o algo más, porque cuando desde el poder se arma la porqueriza, el calificativo debe ser a su tamaño.

Acción Nacional aprendió la lección, y sabe que sólo mediante trampas, es decir, nada más por el camino del fraude, puede continuar en el poder. Le quedó claro desde 2006.

Por eso, en esta capital, han montado un circo digno del peor de los priístas, es decir, digno de ellos, con todos sus temores y todos sus complejos.

Torpes –sus prácticas corruptas siempre son obvias–, ponen en marcha programas sólo explicables mediante el discurso del engaño, y protegidos por la impunidad que les brinda el poder. La ley ni les importa ni les preocupa. La población sólo es una masa manipulable y al mejor postor, algo que ellos pueden comprar, algo a lo que pueden engañar sin sufrir mayores consecuencias.

En los últimos días se han logrado constancias contundentes del trabajo sucio del panismo en la ciudad de México. Su accionar ha dejado ese olor fétido que caracteriza su paso por el trayecto electoral, y fija, desde ya, las condiciones de la elección que este año nos tendrá a todos bastante preocupados.

El domingo pasado, en pleno barrio de Tepito –corazón del DF–, donde la calidad de los servicios urbanos es de lo mejor, seguramente por que pertenece a lo que conocemos como el Centro, donde se ubican la mayor parte de los edificios que albergan a la alta y media burocracia que administra todo el país, se inició un programa de la Secretaría de Desarrollo Social federal que supone dotar de algo así como 750 pesos a las personas de más escasos recursos.

El programa pertenece a un proyecto que daría apoyo a los pobladores de las zonas marginadas del país, a las más marginadas, sentencia el espíritu de esa labor, y Tepito, dice el calderonismo, está en ese rango, el de los más marginados, el de los menos beneficiados por los servicios urbanos. No se puede negar que en ese lugar hay pobreza, una pobreza que debería avergonzar a cualquier gobernante, pero considerar al barrio como a alguna de las poblaciones de la montaña de Guerrero, o de lo que queda de las selvas chiapanecas; ponerlo junto a los pueblos oaxaqueños más que un despropósito parece otra de las muchas porquerías a las que se atreven los azules desde la impunidad que da el poder.

Y no sólo eso. También quedó al descubierto cómo un grupo de altos funcionarios del panismo en el DF se halla incrustado en la nómina de la Secretaría de la Reforma Agraria –cualquier cosa que eso signifique–, como técnicos a los que se les otorgan recursos para el supuesto apoyo a grupos que algo tienen que ver con el campo, lo malo es que esos grupos, al parecer, no existen, cuando menos no hay datos oficiales que corroboren su existencia, lo cual indica que los funcionarios panistas o se quedan con el dinero –por ahí de 7 millones de pesos– o los tratarán de usar en la elección que vienen.

En cualquiera de los dos casos el poder azul ha callado. Si bien en la SRA se ha dicho que los funcionarios panistas ya están fuera de la nómina, del dinero repartido a quien-sabe-quién, no se sabe nada, y en la Secretaría de Desarrollo Social no se ha podido explicar con claridad qué hacían su promotores en las calles de Tepito.

Así las cosas, la porqueriza azul ya empezó a trabajar, y si no es desde las instancias de gobierno desde donde se le pare, ya es hora de que la ciudadanía tome cartas en el asunto y en las urnas cobre los agravios que ese partido, o cualquier otro, trate de ejecutar en su contra. No se vale.

De pasadita

¿Se acuerda usted de aquella priísta furibunda que se ha hecho pasar desde hace un buen rato como ciudadana sin interés partidista para sobrevivir a costa de las instancias de los organismos ciudadanos? Sí, María Elena Pérez-Jaen. Pues bien, hay quien dice estar seguro de haberla visto, no hace mucho, por la India haciendo gala de uso de recursos. ¿Será?

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.