■ Silencio de Fidel Castro ante la transición en la Casa Blanca
El nuevo gobierno de EU, “un gran signo de interrogación” para Cuba: Alarcón
La Habana, 20 de enero. La ausencia de informes sobre la situación de Fidel Castro se prolongó hasta este martes, cuando el ex presidente guardó silencio ante el final del mandato de George W. Bush y el ascenso de Barack Obama, el undécimo jefe de la Casa Blanca desde el triunfo de la revolución de 1959.
Castro no aparece en público hace casi dos años y medio. A partir de 2007 ha difundido artículos de prensa y desde entonces no había dejado de hacerlo en un periodo tan amplio como el actual: el más reciente apareció el 15 de diciembre, hace 36 días.
Viniendo de un líder que privilegia el empleo de símbolos en el lenguaje político, el silencio de Castro pesa más al concluir la era Bush, a quien La Habana considera el presidente de Estados Unidos que mayor agresividad ha descargado contra Cuba.
En contra de lo que se hubiera esperado, Castro fue escueto el 31 de diciembre último, al cumplirse el medio siglo del triunfo de la revolución, que sólo recordó con 16 palabras.
La salud del ex mandatario se considera un secreto de Estado, por lo cual oficialmente no se conoce con precisión la naturaleza de su enfermedad, su evolución ni el lugar en el que se encuentra.
Pero la percepción popular es que un mensaje tan reducido como el de diciembre y el silencio en un momento como hoy, sólo se explican si su estado de salud ha empeorado.
La parquedad de aquel mensaje tuvo que leerse como otra pieza del discurso del presidente Raúl Castro, quien aludió al fin de la generación que impulsó el movimiento de hace 50 años.
Si se toma como referencia ese mensaje, no hay señales de actividad de Fidel Castro hace 20 días. Desde que estalló su crisis de salud en julio de 2006, sólo en dos ocasiones, entre noviembre y diciembre de ese año, había tenido un silencio absoluto algo mayor de tres semanas.
Discurso “interesante”
Mientras tanto, las actividades oficiales transcurren con normalidad. Hoy cumplió su segundo día de visita a la isla la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien habló ante empresarios de ambos países y ante universitarios.
Al concluir la segunda conferencia de Fernández en la Universidad de La Habana, el líder parlamentario, Ricardo Alarcón, se detuvo unos segundos para contestar preguntas de la prensa sobre Obama.
El discurso fue “muy interesante”, dijo Alarcón. “Muy bien hecho, muy bien expresado y hay que leerlo con interés”.
Elogió al nuevo mandatario como “un gran orador” y repitió la posición que han mantenido las autoridades ante la posible evolución de la política estadunidense hacia la isla: Es “un gran signo de interrogación”.
En su más reciente comentario sobre Obama, Raúl Castro dijo a la televisión cubana el último día de 2008 que su gobierno está dispuesto a discutir directamente con el de Estados Unidos, “de igual a igual” y sin intermediarios. “Pero no estamos apurados”, dijo el mandatario. “Seguiremos a la espera pacientemente”.
En el diario oficial Granma, el veterano diplomático Ramón Sánchez Parodi opinó que el principal problema para que Obama cumpla sus ofertas electorales es “cómo poder movilizar a la población para imponer los cambios prometidos y que el establishment norteamericano va a rechazar cuando considere que afecta sus intereses”.
La televisión dijo esta noche que “Bush se fue fracasado, tras llevar a la quiebra a su país y al mundo. Barack Obama llega a la Presidencia de Estados Unidos con muchas expectativas y enormes retos por delante. Veremos cuál será la historia en los próximos cuatro años”.