■ Por primera vez crea obras individuales inspiradas en una colección de arte, dice a La Jornada

Ahora busco que el público vea mi sentido lúdico, señala Tunick

■ El artista neoyorquino paseó a 40 voluntarios a la manera de un viaje en la montaña rusa lleno de escenarios surrealistas

■ “Fue un trabajo de resistencia; salir a las calles es no tener locación”

Merry MacMasters

El artista neoyorquino Spencer Tunick acaba de emprender una nueva aventura urbana en la ciudad de México.

En contraste con su instalación del 6 de mayo de 2007, en el Zócalo, donde reunió a más de 18 mil personas desnudas, en esta ocasión paseó a 40 voluntarios a la manera de un viaje en la montaña rusa, lleno de emociones y escenarios surrealistas.

Durante cuatro días fotografió a sus modelos en las calles y por varios rumbos de la urbe, inspirado en las pinturas (de autores como Angel Zárraga, Carlos Orozco Romero, Emilio Amero, Fermín Revueltas, Manuel Rodríguez Lozano) que integran la Colección Andrés Blaisten, exhibida en forma permanente en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT). Hoy parte para Nueva York, donde revelará las imágenes –trabaja con rollos de película– y hará una selección final, que será expuesta en abril en el recinto perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Invitación de la UNAM

Tunick siempre ha expresado su deseo de trabajar más en México. El presente proyecto nació de la visita que realizó aquí en octubre de 2007, con motivo de su exposición en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, de Ciudad Universitaria.

Entrevistado por La Jornada, explica: “Me llevaron a conocer a Andrés Blaisten porque había adquirido tres o cuatro de mis fotografías. Me habían dicho que tenía una gran colección de arte mexicano, pedí verla y Andrés me dio un recorrido. Me fijé que había muchos accesorios en las pinturas y mucha desnudez. Vi un gran cuarto vacío y de repente propuse que sería interesante hacer un proyecto inspirado en su colección, donde trabajaría con individuos, para exhibir allí. Casi no volví a mencionarlo, pero hace unos meses recibí una llamada para informarme que querían hacerlo. La UNAM y Andrés me comisionaron para hacer esta maravillosa pieza”. Es la primera vez que trabaja con una colección de arte.

Retratos performativos

Para “probar las aguas”, Tunick se fue a Ohio “en pleno invierno para trabajar en la época navideña en las calles de Akron, para ver si era posible retratar a 10 individuos en una mañana. De lo que no se percató fue que para hacer 30 trabajos, a la hora de editar iba a necesitar “tal vez” de 40 modelos para hacer igual número de obras.

De modo que en México preparó 10 escenarios diariamente durante cuatro días seguidos, lo que requirió que se levantara a las cuatro de la mañana para recibir al grupo de participantes a las cinco, darles instrucciones, partir a las cinco treinta y terminar sobre la una o dos de la tarde. Fue un trabajo de “resistencia”, porque salir a las calles significa no tener una locación; entonces hay que buscar en diferentes partes de la ciudad.

Mientras Tunick encontró a los transeúntes con “gran aceptación hacia el cuerpo”, hubo que evitar la policía: “Me daba nervios pensar que alguien podría parar el proyecto, tener que ir a la delegación y liberarme de eso de alguna manera”. A pesar de los encuentros con la policía, hubo una pareja de éstos que ofreció silbar si venían algunos de sus compañeros.

Desde sus inicios Tunick retrató individuos; sin embargo, el éxito de sus tomas grupales marginó lo que llama “retratos performativos”. Considera que sus trabajos individuales permiten al público “adentrarse más en mi mente y ver mi sentido lúdico, ya que las fotografías de grupo tienen más que ver con la abstracción y la mentalidad comunitaria”. El CCUT publicará un catálogo de la muestra.

Tunick, quien votó por Barack Obama, desea un día trabajar en las calles de Washington, DC, sin tener que esperar varios años para conseguir un permiso. La juez Ruth Bader Ginsberg “ya me dijo que enfrente de la Suprema Corte no. También evitaré la Casa Blanca, pero estaría muy contento en el mall”.