■ Se debilita la estructura patriarcal, afirma
Refuta agencia de la ONU “crisis de la familia”
El Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés) señaló que la diversidad en las formas de organización de núcleos familiares en México y América Latina “no es expresión de una crisis de la familia”, como afirman “fuerzas conservadoras”, sino una respuesta de los individuos ante las situaciones económica, cultural y demográfica que enfrentan, las cuales debe atender el Estado.
Durante la apertura del seminario organizado por la sociedad civil y organismos públicos e internacionales “en respuesta” al recién concluido sexto Encuentro Mundial de las Familias que la Iglesia católica realizó, el representante en México del Unfpa, Arie Hoekman, afirmó que más que una crisis de la familia, hay un “debilitamiento de la estructura patriarcal”, como resultado de la desaparición de la base económica que la sostenía y por el surgimiento de nuevos valores sociales, centrados en el reconocimiento de los derechos humanos.
En la inauguración del seminario Familias en el Siglo XXI, el funcionario señaló que el “relativo debilitamiento de la familia nuclear” (formada por ambos padres, quienes tienen a su cargo a los hijos solteros) es efecto de una más larga esperanza de vida de la población y una mayor autonomía social de la mujer.
“En los ojos de fuerzas conservadoras, estos cambios señalan que la familia está en crisis.”
En El Colegio de México, el titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, afirmó que es “indispensable” que el presidente Felipe Calderón “refrende en alguna ocasión u oportunidad” el mensaje de un Estado laico, para que no se considere ni interprete que su intervención en el encuentro de la Iglesia “signifique algún mensaje indebido, o que se pueda leer de manera indebida, por quienes militan o forman parte de una confesión distinta al catolicismo”.
En el país hay quienes, como los jerarcas católicos, se sienten “amenazados” por alguna de las 16 formas de familia que el Consejo Nacional de Población (Conapo) ha reconocido, y consideran que en esa diversidad “hay una especie de trampa, agresión o complot contra la familia como institución”, señaló.
Al respecto, la ex titular del Conapo Elena Zúñiga consideró que Calderón debe mantener sus posturas de gobierno “en el marco de una política hacia las familias verdaderamente amplio y plural”.
Es inviable la propuesta de representantes de la Iglesia de validar en el país sólo un modelo de familia, porque las políticas públicas del Estado mexicano están obligadas a reconocer la pluralidad de expresiones, añadió.
Luego de su participación, en entrevista, consideró que la ausencia de oportunidades de desarrollo en el país deriva en el crecimiento de conflictos sociales y en la violencia del crimen organizado, que a su vez provocan la ausencia de valores familiares, y no al revés, como aseguró Calderón ante jerarcas católicos.
A su vez, Susana Lerner, del Colmex, expuso que ante la creciente influencia de la Iglesia católica “hegemónica” y de grupos conservadores y de derecha, la responsabilidad y el compromiso de la comunidad académica y organizaciones democráticas de la sociedad civil, entre otros, es pugnar por la implementación de una legislación y una política de Estado en favor de las familias, acordes con la diversidad social y cultural del país y sustentadas en principios de laicidad, democracia, justicia y ciudadanía.