■ Trabajadores de la delegación denuncian contratación “clientelar” que frena el desarrollo
Malos y escasos servicios públicos, queja recurrente de pobladores de Xochimilco
■ En el abandono, labores para rescatar los canales; proliferan la basura y los asentamientos ilegales
El malestar generado por el gobierno de Uriel González Monzón en Xochimilco proviene de varios puntos de la demarcación: desde los fraccionamientos completamente urbanizados, hasta las zonas chinamperas y los pueblos de la montaña, donde el suministro de agua potable y demás servicios públicos resultan de mala calidad e insuficientes.
Las voces de inconformidad surgen desde la misma estructura delegacional, pues existen quejas de varios empleados por la contratación “clientelar” que se ha hecho en diferentes áreas del gobierno, lo que, de acuerdo con los quejosos, impiden el desarrollo de la zona.
El rescate de los canales de Xochimilco, área declarada patrimonio de la humanidad, no existe; por el contrario, según los moradores, están en completo abandono. “Los asentamientos humanos en chinampas se han incrementado; además, persisten las descargas de aguas residuales hacia los canales, siendo en los barrios de Xaltocan y Caltongo, donde el problema es más grave”, añadieron.
Los nueve embarcaderos, señalan comerciantes y chinamperos, no han recibido mantenimiento y, en algunos casos, se han utilizado como tiraderos clandestinos de basura. El de Nativitas es el más afectado.
Pocos y malos servicios públicos
El comercio ambulante es otro de los problemas que ha crecido en la demarcación, a grado tal que a unos cuantos pasos del nuevo edificio delegacional –ubicado en el Centro Histórico de Xochimilco– se han instalado decenas de vendedores, pese a que, según el Plan Maestro de Rescate de la zona, deberían ser retirados.
Asimismo, en las zonas turísticas, el número de puestos de ambulantes se ha incrementado considerablemente; los comerciantes argumentan que cuentan con el apoyo de varias organizaciones para no ser retirados, además de que cumplen con el pago de sus cuotas.
Por otra parte, en sitios como Barrio 18, La Noria y Tepepan los habitantes han reportado diversas violaciones al uso de suelo, “solapadas por la autoridad delegacional, pues ha permitido el crecimiento de conjuntos habitacionales y establecimientos mercantiles en zonas prohibidas”, lo que provoca escasez en servicios públicos.
La saturación de vialidades y la falta de transporte son otras de las demandas de los pobladores de Xochimilco, pero es en las zonas rurales de la demarcación donde el problema se agudiza. Pobladores de Santiago Tulyehualco, San Gregorio Atlapulco, San Mateo y San Luis Tlaxialtemalaco, entre otros, no sólo deben utilizar para sus traslados un transporte deficiente y en mal estado, sino que la mayoría de los caminos por donde transitan no están pavimentados, son estrechos y carecen de señalizaciones adecuadas.
Además, por ser poblados alejados del centro de la demarcación, sufren no sólo por la mala calidad del agua potable que se les suministra, pues ésta es de color café y con mal olor, sino que ahora está escaseando.
Por último, pese a que Xochimilco cuenta con uno de los más bajos índices delictivos del Distrito Federal, comienzan a incrementarse el número de robos a transeúntes y vehículos.