■ “Lo que no hagamos y pronto, no lo hará EU por nosotros”
Legisladores piden tomar con cautela el arribo de Obama
La toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos generó ayer en el Congreso posturas encontradas sobre las posibilidades de mejoramiento de las relaciones con México. En tanto, la cancillería se mostró optimista para establecer una agenda bilateral en la que se prioricen los temas de seguridad, migración y economía.
El subsecretario para América del Norte de la cancillería, Carlos Rico Ferrar, reconoció que para el próximo mandatario estadunidense la prioridad es sacar a su país de la crisis económica.
Pese a expresar su optimismo, admitió que seguramente continuarán los desencuentros entre ambas naciones, pero enalteció la posibilidad de que México entable un gran diálogo con aquel país.
En el Senado, el coordinador perredista Carlos Navarrete señaló que en México debiera actuarse con cautela “y moderarse cualquier optimismo por la toma de posesión de Obama; hay que acogerse al viejo aforismo político que dice: ‘que nadie se ilusione para que después no haya desilusionados’”.
Indicó que Obama llega a la presidencia de ese país en medio de la peor situación económica que haya vivido en décadas; “hay que recordar que desde el presidente Roosvelt nunca había llegado un mandatario estadunidense con un reto de tales proporciones”.
El coordinador de los senadores del PT, Ricardo Monreal, llamó a no permitir la intervención ni la injerencia de Estados Unidos en México. “Ese país ha identificado nuevas amenazas, se llaman México y Pakistán; dicen ellos que nuestro país está a punto del colapso. Por ello debe haber preocupación y debemos evitar la injerencia policial y diplomática”.
Agregó que la situación se agravó con el secuestro y desaparición de Félix Batista, un estadunidense ex oficial del ejército de ese país que se encontraba en Coahuila impartiendo un curso sobre seguridad y secuestros, vinculado profesionalmente a la FBI y que también fungía como negociador en el caso del secuestro del jefe de seguridad del Grupo Industrial Saltillo.
Diputados de PAN, PRD y PRI expresaron su beneplácito por el fin de la era Bush en la presidencia de Estados Unidos, y manifestaron su deseo de que el mandato de Obama signifique una diferencia en las relaciones con México.
El PRD aclaró que si bien se pone fin a un gobierno que provocó el terror mundial, tampoco deben cifrarse todas las expectativas de desarrollo nacional en un gobierno extranjero. “Lo que no hagamos, y pronto, no lo hará por nosotros Estados Unidos”, aseguró Juan Guerra.
Consideró que “debemos ser muy realistas: más allá de que nos alegre la llegada de Obama y que Bush se vaya tan despreciado, no pensemos que los estadunidense nos van a resolver todo”.
En cambio, el optimismo privó en la diputación del PAN. El coordinador Héctor Larios aseguró que en México se espera que se acredite en los hechos las expectativa que todos tienen sobre el nuevo presidente de Estados Unidos, que contribuya a resolver su crisis “para que esto nos permita poder seguir adelante”.
El diputado priísta Edmundo Ramírez planteó que el gobierno de Obama debe acabar con el tráfico de armas.