Usted está aquí: lunes 19 de enero de 2009 Sociedad y Justicia Llama el Papa a promover leyes en pro de derechos de la familia

■ La Iglesia sólo reconoce un modelo de clan; “no debe confundirse con otras”, señala

Llama el Papa a promover leyes en pro de derechos de la familia

■ Deslucida clausura del EMF; anuncia Benedicto XVI que la próxima cita será en Milán en 2013

José Antonio Román

Ampliar la imagen Misa de clausura del Encuentro mundial de las familias, en la Basílica de Guadalupe Misa de clausura del Encuentro mundial de las familias, en la Basílica de Guadalupe Foto: Marco Peláez

Al concluir el sexto Encuentro mundial de las familias, el Papa Benedicto XVI alentó la promoción de medidas legislativas y administrativas encaminadas a fortalecer los derechos inalienables de la familia, incluyendo la labor de educación y de elección de la escuela. Además, ratificó el único modelo de familia reconocido por la Iglesia católica y anunció que el próximo encuentro se realizará en la ciudad de Milán, Italia, en 2013.

Vía satélite, desde el Palacio Pontificio de Roma, el Papa dirigió el mensaje final a miles de feligreses congregados en el atrio de la Basílica de Guadalupe, quienes siguieron la imagen de Benedicto XVI en las megapantallas colocadas en el escenario habilitado como altar.

En un discurso que no tuvo improvisaciones ni se salió del guión marcado, el jefe de la Iglesia católica se refirió a la familia como un “fundamento indispensable” en la sociedad y los pueblos, así como un bien insustituible para los hijos.

“Hoy más que nunca se necesita el testimonio y el compromiso público de todos los bautizados para reafirmar la dignidad y el valor único e insustituible de la familia fundada en el matrimonio de un hombre con una mujer y abierto a la vida, así como el de la vida humana en todas sus etapas”, dijo el pontífice.

Ante una asistencia que sólo superó en algo la insuficiente participación del acto festivo de la víspera en la misma explanada mariana, Benedicto XVI alentó a las familias que, viviendo a veces en medio de contrariedades e incomprensiones, dan un ejemplo de generosidad y confianza en Dios. Se refirió también a las familias que sufren por la pobreza, la enfermedad, la marginación o la emigración, de manera especial a las familias cristianas que son perseguidas a causa de su fe.

Ante su ausencia física en el encuentro a causa de “recomendaciones médicas”, dijo que los mexicanos saben bien que “están muy cerca del corazón del Papa”. Incluso señaló haber “peregrinado espiritualmente”, a través de los medios de comunicación, hasta el santuario mariano para confiar a la Virgen de Guadalupe a todas las familias del mundo.

El mensaje papal apenas provocó entre los feligreses sentados en las gradas y sillería algunos destellos de aplausos e intentos apagados de porras y vivas al Papa, a México y a la Iglesia.

Por otra parte, en su mensaje videograbado, que a causa de la pertinaz lluvia que cayó la noche del sábado debió transmitirse este domingo, y con el cual se inició la misa de clausura, el Papa sostuvo que la familia, por su función social esencial, tiene el derecho a ser reconocida en su propia identidad y no ser confundida con otras formas de convivencia, así como a poder contar con la debida protección cultural, jurídica, económica, social, sanitaria. Insistió en que estos derechos incluyen de manera especial la libertad de educación y de elección de la escuela de los padres de familia.

En la misa, la cual duró dos horas, el secretario de Estado del Vaticano y representante personal del Papa para este acto, el cardenal Tarcisio Bertone, insistió en la necesidad de que la familia esté fundada en el matrimonio monogámico y abierto a la vida, para la formación de valores humanos y cristianos, e insistió en la importancia de que la célula de la sociedad sea unida y estable.

En tanto, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, cardenal Ennio Antonelli, anunció que en el camino rumbo a Milán, sede del próximo encuentro, en 2012 el Vaticano iniciará un recorrido eclesial y civil para promover la libertad religiosa, y que un año después se llevará a cabo un gran acto de carácter ecuménico e interreligioso para promover la libertad religiosa y celebrar así los mil 700 años del Edicto de Milán, cuando en el año 313 el emperador romano Constantino concedió a los cristianos la libertad de culto.

En el acto final, a nombre del Papa, el cardenal Antonelli entregó a Norberto Rivera una casulla y un cáliz con el escudo del pontífice romano, con el emblema conmemorativo del VI EMF. A su vez, el Pontificio Consejo de la Familia obsequió al pueblo católico de México dos campanas para la Basílica de Guadalupe, forjadas por la empresa más antigua que existe en Italia en su tipo.

 
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