■ El ex presidente tomó los pinceles y realizó un cuadro inspirado en una novela de Gogol
Un nuevo nombre sacude el mundo del arte ruso: Vladimir Putin
■ Entre las facetas que ha mostrado el político, la de artista plástico es la más suave y cerebral
Ampliar la imagen Natalia Kurnikova, propietaria de una galería en Moscú, compró este sábado la obra Uzor, que pintó el Primer Ministro ruso Vladimir Putin en diciembre pasado, para una subasta benéfica en San Petersburgo Foto: Ap
En el curso de los siglos, Rusia ha dado al mundo muchas obras maestras de las artes plásticas, desde los iconos medievales de Andrei Rublev hasta el intenso retrato de Iván el Terrible dando muerte a su hijo, de Ilya Repin, y los vuelos modernistas de la fantasía de Marc Chagall. En 2009 un nuevo nombre sacudirá al mundo del arte ruso: Vladimir Putin.
Una pintura del primer ministro se puso en exhibición esta semana en San Petersburgo como parte de una subasta de caridad destinada a recabar fondos para hospitales pediátricos. El cuadro muestra una ventana con una cortina blanca con figuras, a través de la cual se mira una fuerte ventisca.
“Hasta donde sé, es la segunda vez que Putin ha tomado un pincel”, comentó Igor Gavryushkin, organizador de la subasta. “La pintó en 20 minutos.”
El cuadro forma parte de una serie basada en el tema de la novela Nochebuena, de Nikolai Gogol. Se pidió a conocidos personajes rusos crear lienzos conforme a letras del alfabeto cirílico. A Putin le tocó la “u” y la palabra rusa uzor, que significa “diseño”.
A menudo la televisión rusa presenta al primer ministro como un hombre de muchos talentos. Hace dos años le tomaron una fotografía en la que aparecía con el torso desnudo y bronceado, en un viaje de pesca siberiano cuidadosamente coreografiado. El año pasado corrió al rescate de un camarógrafo y un reportero de la televisión, disparando a sangre fría un dardo tranquilizador a un feroz tigre, y también grabó un devedé con lecciones de judo.
Este año nos deleitan con Putin el artista: una nueva encarnación, más suave y cerebral, aunque su aparición coincida con su acostumbrada retórica intransigente acerca de la responsabilidad de Ucrania en la disputa que paraliza los envíos de gas a Europa.
La oportunidad de pintar un cuadro en la serie se le ofreció a Putin durante la visita a una feria navideña en San Petersburgo, su ciudad natal, a finales de diciembre. De inmediato trazó el boceto del marco de ventana.
No está claro cuánto de la obra final pueda atribuirse a los talentos del político. Una vez que la terminó le fue entregada a un pintor profesional para que la “retocara”. Eso sí, el cuadro lleva la firma “V. Putin” en grandes letras en la parte superior. El cuadro siguiente en la serie es de Sergei Shrunov, vocalista de la controvertida banda de ska-punk Leningrado, famosa por sus canciones salpicadas de obscenidades y que hasta hace poco tenía prohibido tocar en Moscú.
Otras figuras públicas que tomaron los pinceles para la subasta son el director de orquesta y pianista Maxim Shostakovich; la gobernadora de San Petersburgo, Valentina Matvienko, y el presidente del VTB, uno de los mayores bancos del país. Todas las obras maestras se pondrán a la venta el sábado.
En la subasta del año pasado, una pintura de Matvienko se vendió casi en 400 mil dólares. Es probable que también el esfuerzo de la gobernadora para este año obtenga un precio decente entre los empresarios locales, deseosos de causar buena impresión. Pero se espera que la pintura de Putin sea la que alcance el precio mayor.
© The Independent, Traducción: Jorge Anaya