■ Algunos diputados exigen cancelar trabajos y otros invocan beneficios económicos
Constatan legisladores daños en pirámides de Teotihuacán
■ El director del INAH acepta su responsabilidad, pero alega que el Consejo de Arqueología avaló el proyecto de luz y sonido
■ Pedirán al Congreso que investigue implicaciones técnicas y políticas
Ampliar la imagen El director del INAH, Alfonso de Maria y Campos, a la derecha, ayer, durante el recorrido efectuado por diputados federales en Teotihuacán, que se desarrolló en medio de protestas contra el proyecto de luz y sonido en la zona prehispánica. El funcionario fungió de guía y defendió el montaje de Resplandor teotihuacano Foto: José Carlo González
Teotihuacán, Méx., 12 de enero. La Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados se comprometió a efectuar una amplia investigación en torno al proyecto de luz y sonido Resplandor teotihuacano luego del recorrido que los integrantes de este órgano realizaron ayer en la zona arqueológica con autoridades y trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) e integrantes del Consejo de Arqueología.
Así lo explicó el presidente de esa instancia legislativa, Emilio Ulloa Pérez, quien dijo que analizarán la información que recibieron de investigadores, arquitectos y trabajadores, y además de las autoridades del INAH, encabezadas por su titular Alfonso de Maria y Campos, e integrantes del Consejo de Arqueología.
Durante el recorrido, Roberto García Moll, presidente del Consejo de Arqueología, fue contrastante, pues dijo: “en lo personal no me gustan estos espectáculos” y, sin embargo, el órgano que preside firmó el aval del proyecto. Minutos después reconoció que sí hubo daño a las pirámides por la instalación de cerca de 12 mil luminarias. Pese a ello dijo que se continuará con el proyecto y se harán las modificaciones que se requieran.
A su vez, Ulloa indicó que la investigación se extenderá incluso al entorno de los municipios de la zona arqueológica y al proyecto de corredor turístico que es utilizado “por el gobierno del estado de México para especular con los terrenos para la construcción de infraestructura hotelera”.
Con la información y los testimonios recabados, los legisladores presentarán de inmediato un informe para que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión emita una resolución.
Inexistentes “capas de sacrificio”
La amplia comitiva, a la que se sumaron en Teotihuacán representantes de gran número de medios de comunicación, constató que los daños al patrimonio han sido consumados, aunque las autoridades del INAH –en particular De Maria y Campos– insistieron en que los trabajos de perforación, colocado de estructuras metálicas y luminarias fueron hechos sobre “capas de sacrificio (material moderno sobre prehispánico)”.
El arqueólogo Sergio Gómez refutó que “las capas de sacrificio” no existen en Teotihuacán y dijo que ese montaje fue puesto sobre “elementos restaurados mediante la técnica de reconstrucción”.
También alertó sobre “el polvo de metal” que se dispersó en las diversas plataformas de las pirámides, por el corte de los rieles de aluminio, “lo cual es sumamente contaminante y entorpecerá la dinámica de investigación en los monumentos”.
La comitiva, integrada por Ramón Valdés, Alfonso Suárez del Real, Beatriz Pagés, Blanca Luna, María Nieves Noriega y Emilio Ulloa, comenzó el recorrido en la Pirámide de la Luna, donde De Maria y Campos fungió de guía y por momentos defendió con insistencia el proyecto comercial.
En la primera plataforma del monumento, el director del INAH mostró a los legisladores un tramo de las luminarias y de “los trabajos ya modificados” del proyecto original.
La idea, dijo el funcionario federal, es eliminar los rieles de aluminio, colocar gomas de plástico en las bases para sustituir los tornillos y utilizar una manguera plástica que estará oculta para la conducción del cableado.
De Maria y Campos insistió en la “benevolencia” del camuflaje o mimetización para las luminarias, ya que, argumentó, éstas fueron pintadas con colores para simular el pigmento de las rocas ancestrales.
A la pregunta insistente de cuál es la empresa que realiza el proyecto multimedia de luz y sonido, De Maria y Campos simuló no escuchar.
Cuando llegaron al pie de la Pirámide de la Luna, se escuchó una serie de consignas contra el titular del INAH. Los reclamos venían de investigadores y de habitantes de Teotihuacán.
“Mercenarios de la cultura” y “El pueblo no va a permitir los daños que se están haciendo” fueron algunas de las consignas coreadas al paso de la numerosa comitiva, que llamó la atención de los turistas.
Despliegue de mantas
Durante el recorrido sobre la Calzada de los Muertos, una mujer increpó a De Maria y Campos y le advirtió que existen custodios de la Ciudad de los Dioses para defender el patrimonio histórico. “A ver si se ríe cuando esté en la cárcel y, si continúan, nosotros vamos a quitar todas estas pendejadas.”
También tres mantas fueron desplegadas por trabajadores e investigadores de la zona arqueológica al paso de legisladores y autoridades: “Alto a la destrucción de Teotihuacán”, “Participación verdadera de las comunidades en los proyectos. No al corredor turístico” y “En Teotihuacán no queremos ni luz ni sonido”.
En la Pirámide del Sol las evidencias fueron más notorias, porque, a diferencia de Pirámide de la Luna, los promotores no alcanzaron a sustituir los rieles de metal ni retirar los tornillos para resanar los orificios para la visita anunciada.
Ahí los diputados constataron la perforación y el daño de los taquetes expansivos. Salvador Mo- reno, líder sindical, alertó sobre el impacto de los taquetes en el material prehispánico y mostró una de las rocas fragmentadas con un tornillo incrustado. “No es posible sacarlo, porque se rompe totalmente la roca.”
Finalmente, y tras largo y acalorado debate entre los integrantes de la comitiva en el Centro de Estudios Teotihuacanos, confluyeron las versiones oficiales, las de los miembros del Consejo de Arqueología –que avalan el proyecto turístico– y la de los opositores de las visitas nocturnas auspiciadas por el gobierno del estado de México y las secretarías de Turismo estatal y federal.
Ahí el diputado Alfonso Suárez del Real se manifestó por la suspensión inmediata de Resplandor teotihuacano y dijo: “quisiera decir, con mucha tristeza, que veo que faltó amor de las autoridades del INAH para ver este proyecto que se realiza en la zona arqueológica.
“Si se observa desde el punto de vista administrativo –prosiguió el legislador–, les preguntaría si la política es de prueba-error, porque aquí se hizo una prueba y se quiere corregir el error. Me parece que si no hay un seguimiento y una orientación para lo que van a hacer, evidentemente las empresas (como la que desarrolló Resplandor teotihuacano) no tienen amor y eso no es culpa de ustedes, sino de un sistema educativo que abandonó la historia como una materia casi obligatoria, que olvidó el civismo y lo relegó quién sabe adónde.”
No obstante, hubo diferencias entre los legisladores, pues mientras unos pugnaban por la suspensión inmediata del montaje, otros, como la diputada priísta Beatriz Pagés, lo enarbolaban como fuente de desarrollo económico.
Las peticiones de los tres sindicatos (el de investigadores, arquitectos y trabajadores) a las autoridades del INAH y a los diputados fueron la suspensión de las obras, la entrega de una bitácora de los trabajos y el proyecto ejecutivo; además de presentar una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República por los daños causados al patrimonio cultural.
Por la tarde, autoridades del INAH ordenaron retirar la cal y la arena que ocultaban el cableado de las luminarias, instalado ex profeso en un tramo de la Pirámide de la Luna para la visita de los legisladores.