■ Desconocidos lanzaron dos bombas molotov contra el domicilio del comunicador
La agresión a periodistas es una política de Estado en Oaxaca: Carlos Velasco
■ Es imposible ejercer en la entidad un trabajo independiente, pues el gobierno estatal reprime y persigue
Ampliar la imagen El periodista Carlos Velasco Molina, director de El Correo de Oaxaca, descarta que las agresiones puedan acallar las voces críticas Foto: José Núñez
En Oaxaca “se ha hecho imposible el ejercicio del periodismo independiente; se persigue, reprime y se busca acallar a quienes critican el gobierno del priísta Ulises Ruiz Ortiz. Tan sólo el año pasado se registraron oficialmente 42 agresiones contra comunicadores en ese estado, donde se sigue una política represiva sistemática para silenciar a quienes no están de acuerdo con lo que hace su gobierno”.
Carlos Velasco Molina, director del semanario El Correo de Oaxaca, es quien hace tal denuncia, luego de dar pormenores del ataque ocurrido el pasado viernes 9 de enero, cuando desconocidos lanzaron dos bombas molotov contra su domicilio, ubicado en San Agustín Etla, en ese estado.
Oaxaca ocupa el segundo lugar nacional en la comisión de atentados contra la prensa libre, según advierte el comunicador, y señala que presentará una denuncia ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) por el acoso que ha sufrido por parte del gobierno de Oaxaca; sin embargo, también asegura que la publicación del periódico que dirige va a continuar. “No cerrará, ya que obviamente los ataques perpetrados tienen la finalidad de acallar la crítica que hace este medio al gobierno estatal.”
Apuntó también que desde hace un año presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la persecución política que emprendió el gobierno oaxaqueño en su contra y acusó desde ese entonces al gobernador; al dirigente estatal del PRI, Jorge Franco, y el vocero del estado, Héctor Pablo Ramírez, e inclusive los hizo responsables de lo que le pudiera ocurrir, porque temía que en cualquier momento el acoso llegara a la violencia física, como sucedió el viernes pasado.
Hace mes y medio recibió la respuesta de la CNDH y de PGR, en la que se le señaló que el caso se regresaba a Oaxaca porque los hechos correspondían al ámbito estatal. Por ello, Velasco Molina considera que las bombas molotov lanzadas contra su domicilio son un “mensaje” para acallarlo.
El periodista apuntó que para el gobierno de Ulises Ruiz es enemigo todo aquel que lo critica. Su visión es: “estás conmigo o contra mí”, por lo que la práctica del periodismo independiente se ha tornado imposible en ese estado y concretamente contra El Correo se han realizado acciones para someterlo.
Sin acusar directamente a nadie, dijo que recibió información según la cual los responsables del ataque fueron dos personas que pertenecen al grupo de ayudantes o de seguridad del presidente del PRI estatal, Jorge Franco Vargas, “quien inclusive es el responsable de la operación de un equipo de intercepción de llamadas que se compró en Israel por 600 mil dólares y eso está comprobado”.
También sostuvo que luego de la denuncia presentada por los ataques del viernes pasado se quisieron hacer dos peritajes y dos inspecciones a su domicilio, lo cual es irregular, por lo que sospecha que se pretende sembrar algo o alterar la escena. Por ello se presentó ante la Fiscalía de Agravios contra Periodistas de la PGR para exigir un peritaje federal imparcial.
Agregó que hay varios periodistas que también enfrentan persecución: Pedro Matías, corresponsal de la revista Proceso y reportero del periódico Noticias, quien fue levantado, o Misael Sánchez, reportero de El Tiempo, a quien balearon cuando llegaba a su casa.
Está también el levantón contra la esposa del director del semanario Contra Poder o la persecución del director de la Organización Radiofónica de Oaxaca, Humberto Cruz.
“Es una política de Estado”, afirmó.