■ “Fallas técnicas” impidieron que se ejercieran 6 mil 500 millones de pesos en 7 años
Conacyt remplaza el Programa de Estímulos Fiscales a empresas
■ El PEF favoreció principalmente a trasnacionales
■ A sugerencia de la OCDE el nuevo plan etiquetará un tercio de los recursos para las Pymes
■ Privilegiará vínculos con universidades
Ampliar la imagen Aspecto de la Feria de la Tecnología en la Cámara de Diputados. La comunidad académica pide que la totalidad de los apoyos del Conacyt estén condicionados al vínculo con universidades y centros de investigación. Imagen de archivo Foto: Francisco Olvera
Por recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) remplazará el Programa de Estímulos Fiscales (PEF) –que condonaba impuestos a empresas que invertían en ciencia y tecnología, pero que favoreció principalmente a transnacionales– por el Fondo de Innovación Tecnológica (FIT), para el cual se destinará durante 2009 más de 16 por ciento del presupuesto del organismo a fin de continuar con la iniciativa de que las compañías inviertan en esos rubros.
Leonardo Ríos, director adjunto de Desarrollo Tecnológico y Negocios de Innovación del Conacyt, informó que de los poco más de 15 mil millones de pesos de presupuesto con los que cuenta el organismo para este año, 2 mil 500 irán directamente a las empresas.
Uno de los problemas principales que presentó el PEF, dijo el funcionario, fue que casi la mitad (47 por ciento) de los 14 mil millones de pesos que se destinaron a éste durante siete años no se aplicaron debido a que las empresas no pagaron impuestos. Agregó que las grandes empresas fueron las más beneficiadas, pues se les otorgaron entre 75 y 80 por ciento del total de los recursos del programa.
El PEF estipulaba por ley que aquella empresa que invirtiera en “proyectos de desarrollo de productos, materiales y procesos de producción, investigación y desarrollo de tecnología” tendría una exención fiscal de 30 por ciento del total de esa inversión; sin embargo, tuvo “fallas técnicas”.
Ríos señaló, sin embargo, que debido a esa falla de los empresarios los recursos presupuestales no se ejercieron, ya que “mientras no paguen impuestos no se puede utilizar”.
Explicó que el nuevo fondo destinado al apoyo de empresas que inviertan en desarrollo de ciencia, tecnología e innovación –que se presentará el próximo martes– pretende tener “un efecto más promotor”, pues el apoyo económico se otorgará previamente a la elaboración de los proyectos, y no un año después.
Indicó que los 2 mil 500 millones que se ejercerán en el FIT se dividirá en tres rubros: un tercio para apoyar exclusivamente a las pequeñas y medianas empresas para que desarrollen investigación; uno más se destinará a empresas que presenten proyectos de investigación e impulso tecnológico en coordinación con universidades y centros de investigación, aunque no exclusivamente nacionales porque “no todo el conocimiento está en México”.
Las grandes empresas contarán con el otro tercio de los recursos, aunque –subrayó el funcionario– “estarán etiquetados”, pues, se pretenderá que generen más patentes, contraten maestros, doctores, ingenieros y otros especialistas, además de que se les envíe a capacitar al extranjero y que, en la medida de lo posible, estas compañías también se vinculen con universidades y centros de investigación.
En respuesta a señalamientos de la comunidad académica en el sentido de que sólo se deben dar estos estímulos a las compañías que se vinculen con universidades y centros de investigación para desarrollar los proyectos, Ríos argumentó que se necesita una transición.
“Un tercio (de los recursos) será forzoso, en los otros dos es deseable, aunque no establecido. Necesitamos una transición; si exigiéramos vinculación para otorgar 100 por ciento de los apoyos sería complicado. Hay que darles a las empresas uno o dos años, pero no más, para que comiencen a vincularse con las instituciones. Estimamos que para 2010 los tres fondos se destinen a compañías que mantengan cooperación con las universidades.”
Privilegian a estados del sur
La OCDE entregó el año pasado al Conacyt un análisis del PEF, mismo que no se ha hecho público, en el que se hace referencia a los aciertos y desventajas del mismo. Uno de los señalamientos es que los recursos se otorgaban para que las empresas realizaran proyectos desde el principio hasta el final del proceso de producción, lo cual se modificó para el nuevo fondo, en el que los apoyos se brindarán desde la aprobación del proyecto hasta la etapa de prototipo o prueba piloto.
El funcionario dijo que para evitar la inequidad en la repartición de los recursos –que se hará mediante concursos– entre los diferentes estados del país se etiquetarán entre 20 y 30 millones a las entidades del sur, siempre y cuando “se coloque antes de julio, si no esos recursos pasarán a las bolsas de los grandes, como Nuevo León, Distrito Federal o estado de México, que son donde se hace mayor investigación y producción privada”.