■ Narcoataques a empresas periodísticas, “para intimidar a la sociedad”
Militares y policías refuerzan seguridad de medios de comunicación en Nuevo León
Los ataques del pasado martes contra las instalaciones de Televisa Monterrey y los ocurridos en noviembre de 2008 contra la fachada del diario El Debate, de Culiacán, Sinaloa, se enmarcan en la estrategia mediática de los grupos criminales que buscan generar miedo en la sociedad, aseguraron funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y de la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con los entrevistados, en el caso de Televisa Monterrey la granada fue lanzada sin un blanco específico y los disparos fueron realizados con un arma corta calibre 40 milímetros, que bien puede pertenecer a un policía.
De acuerdo con las fuentes consultadas, en las instituciones de seguridad se considera que si bien los ataques a los medios de comunicación se pueden entender como advertencias para que no se metan en cuestiones de narcotráfico, también pueden ser avisos para los grupos políticos vinculados con el crimen organizado y que tienen presencia en los medios de comunicación.
Señalaron que ahora los criminales han modificado sus estrategias de intimidación social, al pasar de videos de actos de tortura contra miembros de bandas rivales, a narcomantas y ahora ataques a instalaciones de medios de comunicación, por tratarse de acciones que tomarán relevancia social.
En ese contexto, la PGR informó que empezó en Nuevo León la averiguación previa PGR/NL/ ESC/033/D/2009 por violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, daños en propiedad ajena y lo que resulte.
Ante los hechos, la seguridad de Televisa Monterrey, diarios y empresas periodísticas fue reforzada con policías estatales y militares, informó el gobernador José Natividad González Parás.
En Televisa Monterrey, empresa ubicada en la calle de Espinosa esquina con José Marroquín, peritos de la PGR encontraron nueve casquillos calibre 40 milímetros, mismos que son sometidos a pruebas periciales de balística por personal especializado de la dependencia federal y de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León.
Asimismo, realizan pruebas periciales a los trazos de un cartelón dejado en un vehículo Grand Am color rojo, con placas Z37-CRB del estado de Texas, y el arma marca Glock calibre 40 milímetros hallada en éste tienen relación con los hechos, además de eventualmente detectar posibles huellas en el automóvil.
En tanto, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, condenó el atentado y señaló que el terrorismo “inquieta sensiblemente” a la población, por lo que es claro que la intención del crimen organizado es amedrentar el quehacer periodístico.
Además –dijo–, esto preocupa porque bajo el odio subyace “un interés perverso para utilizar y manipular a los medios de información y a los periodistas para fines funestos. “El derecho a la información es un valor irrenunciable, larga y penosamente conquistado por el pueblo mexicano, y no debe permitirse que la coacción violenta y amenazante intimide a sus profesionales a continuar ejerciendo su oficio”, señaló la arquidiócesis en un comunicado.
Por otra parte, la arquidiócesis y el cardenal Rivera exigieron a las autoridades una investigación eficaz y castigo a los criminales, a fin de que estos actos no queden en la impunidad, como la muerte de varios periodistas.
Con información de José Antonio Román, David Carrizales y DPA