■ El sector obrero ofrece usar la huelga sólo en casos extremos

El nuevo pacto no solucionará la crisis, afirman empresarios

Fabiola Martínez y Claudia Herrera

El sector empresarial advirtió que el Acuerdo nacional en favor de la economía familiar y el empleo incluye medidas sólo para contrarrestar algunos efectos de la crisis, pero no será solución a la misma; en cambio, sugirió la disminución de los precios de las gasolinas y no sólo congelarlos.

Propuso también analizar la viabilidad del impuesto empresarial a tasa única (IETU), porque se trata de un impuesto diseñado para operar en una economía en crecimiento, no en recesión.

Sin ofrecer garantías para conservar la planta laboral, los dirigentes de organismos empresariales señalaron ante el presidente Felipe Calderón que es necesario monitorear los alcances del acuerdo para actuar con oportunidad e incluso delinear nuevas acciones, como vía para retomar el crecimiento.

Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió durante la firma del pacto, y después en entrevista, que el país se enfrenta a una crisis “de proporciones inéditas” que se evidenciará con un crecimiento prácticamente nulo.

En tanto, el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo González Sada, previó para el primer semestre del año tasa negativa de crecimiento, que significa una generación mínima de empleos.

Los empresarios advirtieron que el acuerdo firmado ayer funcionará sólo si se vigila la fluidez y aplicación de los recursos públicos comprometidos por el gobierno federal. Además perfilaron los apoyos que esperan obtener en este periodo de crecimiento “muy marginal”.

En nombre de los trabajadores, Joaquín Gamboa Pascoe, líder de la CTM, manifestó el “total respaldo al señor Presidente” y aseveró que los afiliados a las organizaciones obreras (del Congreso del Trabajo) utilizan la huelga “sólo como elemento accesorio”, aun cuando los empleados son los más afectados en periodo de crisis.

Para sustentar su dicho, el dirigente (quien controla desde hace varias décadas los principales contratos colectivos en el Distrito Federal, al tiempo que fungía como representante de los trabajadores ante el Infonavit) dijo que el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, puede dar constancia del bajo nivel de huelgas que han estallado los sindicatos de la CTM o la CROC, porque “somos muy parcos y muy respetuosos de llegar (a la huelga) solamente como último caso”.

“Nosotros –agregó– seguiremos al pie del cañón; los trabajadores no son los más favorecidos económicamente en la vida social de México, pero por su cantidad, su presencia y aportación para el crecimiento del país, tienen derecho pleno en los actos de tipo social, económico y político.”

Gamboa cerró su discurso con un sistemático “reconocimiento al señor Presidente”, forma en la que “colocamos”, expresó, “el grano grandote de arena” para el beneficio de México.

A su vez, José Luis González, coordinador del Consejo Agrario Permanente, dijo que el compromiso de este sector es seguir incrementando la producción; pidió reactivar los mecanismos de acceso al crédito “y meter al orden a banqueros abusivos y agiotistas” que incrementan las tasas de interés. Además, vigilar la aplicación ágil de los recursos y aplicar el presupuesto para el campo de manera anticipada.

En su turno, el presidente del CCE puntualizó los compromisos de este sector para mantener en operación la planta productiva y “sensibilizar” a las empresas sobre la importancia de mantener estable “hasta el máximo posible” la plantilla laboral.

En el caso del IETU, en vigor desde hace un año, varios dirigentes empresariales advirtieron que frente a un escenario recesivo se requiere aplicar ajustes temporales a este gravamen para evitar secuelas nocivas.

Respecto de la medida de congelar el precio de las gasolinas, los líderes de la iniciativa privada advirtieron que aún hay un diferencial de 30 por ciento por arriba del precio internacional; de ahí que se trata de otro elemento que introduce presiones inflacionarias y mayores dificultades para que el Banco de México reduzca las tasas de interés o aumente la liquidez en el sistema.

Los objetivos de los dirigentes empresariales se limitan a sugerencias y recomendaciones para sus afiliados, y anunciaron una serie de ofertas en las tiendas de autoservicio, aunque matizaron que la eventual disminución de precios operará de manera voluntaria e individual, de acuerdo con las promociones y descuentos que ofrezcan a los consumidores.

También privilegiarán, afirmaron, la compra de productos mexicanos y la difusión intensa de sus ofertas y promociones; sin embargo, enseguida solicitaron al Ejecutivo federal y al Congreso de la Unión concretar la agenda de competitividad en beneficio de los negocios.