■ Se confirma inseguridad en yacimientos de Grupo México: SNTMMSRM
Falleció un trabajador y otro está herido por derrumbe en mina de SLP
Debido a las “pésimas condiciones de seguridad e higiene” en la mina de Charcas, en San Luis Potosí, propiedad de Grupo México, el último día de 2008 ocurrió un accidente en esa unidad, en el que falleció el trabajador Juan Rafael Escalante, de 39 años, y quedó lesionado Juan Carlos Aguilar Martín, quien sufrió fuertes golpes y fracturas que lo tienen en grave estado de salud en la clínica 50 del Seguro Social de esa entidad.
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) apuntó que el accidente fue provocado por un derrumbe de rocas ocurrido en el nivel 10 del yacimiento.
Ante tales hechos, advirtió que las empresas concesionadas por el estado para explotar recursos mineros ineludiblemente deben mejorar las condiciones de seguridad. Para el gremio, cada vez son más los trabajadores que fallecen en unidades de Grupo México, empresa encabeza por Germán Larrea Mota Velasco; “ahora ocurrió en la mina de Charcas, donde se explota oro, plata y otros metales, pero no hay condiciones adecuadas para los mineros”.
Puntualizó que “el derrumbe de rocas tuvo lugar el pasado 31 de diciembre, a las 21:15 de la noche, en el nivel 10 del yacimiento, lo que hace ver que la demanda permanente del gremio por mejores condiciones de seguridad no es un chantaje, sino una realidad, pero eso ha sido ignorado totalmente por la empresa y por las autoridades laborales, tanto federales como locales.
“Precisamente, las tres huelgas mineras que están en curso desde hace más de 17 meses, en Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero, fueron estalladas por la negligente desatención de las autoridades laborales y Grupo México hacia las condiciones de seguridad e higiene industrial en dichos centros de trabajo”, indicó el SNTMMSRM.
Planteó que ya no es tolerable que ocurran accidentes como el de Pasta de Conchos, que desde hace 35 meses mantiene enlutadas a 65 familias en la zona carbonífera del estado de Coahuila, sin que se hayan fincado responsabilidades legales a los causantes de dicha tragedia, y que sin embargo, se trata de un “homicidio industrial”, debido a la negligencia patronal y oficial, provocada por las condiciones de seguridad e higiene industrial allí prevalecientes.
Además, hizo un llamado a las empresas del sector y al gobierno a asumir “con total responsabilidad social” la atención a los centros de trabajo para evitar más siniestros.