■ También censura que el grupo Hamas haya lanzado cohetes contra territorio israelí

Tras 11 días de ataques, México condena el uso excesivo de la fuerza contra palestinos

Georgina Saldierna, Ciro Pérez y Emir Olivares

El gobierno de México condenó ayer el uso excesivo de la fuerza asociado a la operación del ejército de Israel, luego de rechazar el continuo lanzamiento de cohetes que hace el grupo Hamas hacia territorio israelí, lo cual también ha provocado víctimas entre la población civil.

Ante la situación que prevalece en la franja de Gaza, incluido el bombardeo de una escuela de Naciones Unidas, demandó a las partes en conflicto reconocer las disposiciones del derecho internacional humanitario, en especial las referidas a la protección de civiles en conflictos armados.

Al participar en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que se realizó ayer, se pronunció por adoptar medidas que coadyuven a cesar las hostilidades, poner un alto al tráfico ilícito de armas en la franja de Gaza, abrir los cruces fronterizos, levantar las restricciones económicas israelíes en la región, permitir de manera irrestricta el paso de la ayuda humanitaria, respetar los acuerdos existentes y generar las condiciones mínimas para reanudar el diálogo de paz en la zona.

En un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno de México dijo que es necesario establecer un mecanismo de monitoreo que garantice el cumplimiento de las medidas que adopte el consejo.

Agrega que debe ponerse fin a las actividades terroristas que son contrarias al logro de una solución política que garantice los derechos de los pueblos y una paz estable y duradera. Consideró indispensable que se ponga término al tráfico ilícito de armas hacia la franja de Gaza y a todas aquellas actividades que fomenten el terrorismo.

Horas antes, tras reunirse con el embajador de Palestina en México, Said M. I. Hamad, el presidente del PRD, Jesús Ortega, y el responsable de relaciones internacionales de este partido, Saúl Escobar, condenaron la pasividad del gobierno mexicano frente a la masacre del pueblo palestino, toda vez que, aseveraron, la respuesta del gobierno calderonista ante tal agresión no podía considerar sesuficiente hasta ese momento, por lo que enviaron una carta a la Secretaría de Relaciones Exteriores para exigir una posición de firme rechazo a la masacre de palestinos.

A su vez, Amnistía Internacional (AI) exigió que el Consejo de Seguridad de la ONU demande a Israel, Hamas y a los grupos armados palestinos llegar a una tregua en la región de Gaza a fin de permitir que ingrese ayuda humanitaria a la zona devastada por los ataques del ejército israelí contra la población civil palestina, que se permita la evacuación de los heridos y se instalen refugios seguros para los que deseen salir del lugar del conflicto.

En un comunicado, la organización de defensa de los derechos humanos más grande del mundo informó que 1.5 millones de palestinos están atrapados en Gaza, por lo que “continúan siendo afectados y sufren de manera desproporcionada a causa del conflicto”.

Malcom Smart, director de AI en Medio Oriente y en el norte de África, indicó que “los civiles en Gaza se encuentran atrapados en la catástrofe humana que se desarrolla y necesitan un respiro inmediato”.

De acuerdo con el integrante de esta organización internacional, “es muy claro” que las partes involucradas en el conflicto “no respetan el derecho internacional humanitario”, por lo que es la población civil de la región la que está pagando “a un precio muy alto” las consecuencias del enfrentamiento armado.

Dijo que es necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU exija una pausa inmediata a las hostilidades, con lo que sería posible que ingresara asistencia básica para los civiles, quienes “necesitan ayuda desesperadamente”; además de que el cese del fuego permitiría la evacuación y el tratamiento de los más de 2 mil heridos y el entierro de los más de 500 muertos.

Agregó que la interrupción de los ataques también permitiría a los civiles atrapados por el conflicto “tener una oportunidad de abandonar la zona con la seguridad de poder buscar refugio con la asistencia de estados vecinos y, en caso necesario, permitir la reparación de la infraestructura esencial y asegurar que trabajadores humanitarios puedan proveer protección y asistencia en materia de seguridad”.