■ La Unión de Expendedores entregó tres mil obsequios
Los Reyes Magos adelantan regalos a hijos de voceadores
Ampliar la imagen Los niños recibieron juguetes no bélicos Foto: La Jornada
Los hijos de los voceadores recibieron este año la visita adelantada de los Reyes Magos. En las primeras horas de ayer, Melchor, Gaspar y Baltasar entregaron tres mil juguetes a igual número de pequeños, quienes por cientos, con rostro somnolientos, formaron largas filas para recibir de manera directa sus obsequios y fotografiarse con los personajes que anualmente “visitan” México procedentes de Oriente.
Miles de niños –cuyos padres pertecen al gremio de voceadores– obtuvieron juguetes no bélicos, “de los que les llenan las pupilas y los oídos” en los medios electrónicos.
Algunos infantes no esperaron que llegara el tradicional Día de Reyes y rompieron los empaques para sacar sus juguetes en las aceras, a un costado de los puestos de periódicos de sus padres o en calles donde –desde hace un par de años– sus padres se ven en la necesidad de acumular sus paquetes de diarios y revistas para venderlos entre transeúntes y vehículos.
La madrugada de ayer el frío y la desmañanada no impidieron que niñas y niños recibieran el apoyo de la Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México, a la que los “Reyes Magos” encargaron distribuir los juguetes en Barcelona 25.
En la entrega de los juguetes no necesariamente estuvieron los niños. Desde las primeras horas del domingo, decenas de voceadores hicieron fila para recibir los primeros obsequios, cuya distribución se inició a las 4 de la madrugada.
Esas horas de espera –explicaron algunos entrevistados– furon una fiesta. “Nadie durmió, aunque llevábamos cobijas y café. De las pláticas y risas pasábamos a los momentos de reflexión por la difícil situación económica que nos espera este año”.
Sobre el tema, Raúl Ramos Rivadeneira, presidente de los voceadores, comentó que con el alza al papel y la baja de la publicidad para los integrantes del gremio que preside pinta un 2009 difícil.
“Pero ya nos conocemos el camino y no hay para dónde hacernos. Es chambeando y echándole muchas ganas.”