■ “¨Esa palabra la he escuchado siempre”; despidió 2008 con Marcial Alejandro en un show
Las crisis nos laceran, pero atizan la imaginación: Rafael Mendoza
■ Reanudará el espectáculo Cachonderías a partir del 24 de enero en La Planta de Luz
■ Lo que nos queda es acercarnos unos a otros y hacer fuerza juntos, afirma el cantautor
Ampliar la imagen El cantautor, en imagen de archivo, durante su participación en el 21 Festival Cultural Zacatecas Foto: La Jornada Zacatecas
“El tiempo es, entre otras cosas. un invento y una concepción humana; entonces, cuando termina cada año o cuando cumplimos uno más, que son los ciclos que hemos inventado y aprendido a contar, es inevitable pensar, hacer el recuento y generar expectativa”, expresó el músico y bohemio Rafael Mendoza, quien, junto con su colega y amigo Marcial Alejandro, despidió el 2008 en El Breve Espacio de la Roma.
El concierto-fiesta, acompañado al piano por Leonardo Sandoval, se intituló La última y nos vamos, sobre el cual Mendoza dijo: “Tocar casi al final del año, un 30 de diciembre, me parece simbólico. Cierras un año y le pones un broche porque estás así, con los demás, con quienes haz estado muchas noches.”
Los brindis se sucedieron por el 2008 que se iba. “En general se reprodujo el ambiente que existió a lo largo del año. El fin de los ciclos es un momento de recuento y expectativa.”
Hizo su balance: “Profesionalmente me fue muy bien; 2008 fue productivo en términos de trabajo, de obras, porque lo más importante para mí es lo que voy construyendo. Hubo funciones muy importantes en sitios especiales, desde mi punto de vista, como el Teatro Peón Contreras, el Centro Nacional de las Artes, y diversos festivales.”
La colaboración, importante
Lo anterior, dijo, “es importante, pero lo es más lo que significan nuevas piezas, colaboraciones con gente como Javier Gurruchaga o Betsy Pecanins, la aparición de tres canciones mías en un disco de Georgina Meneses llamado Otra dosis de placer, que es una frase de mi composición Más.
“Además, la producción discográfica de Verónica Ituarte, que se intitula como un tema mío, Enteramente para mí. Quiero apuntalarme como compositor y que lo que hago se escuche”, expresó.
Avanza sin el apoyo de una disquera trasnacional, pero no se desanima: “Es muy difícil hacerlo, pero no entiendo otra ruta; es decir, no se me ocurre firmar con una compañía que ande moviendo mis andares. Soy mucho más feliz decidiendo dónde toco, con quién me junto. Por fortuna elijo bien: me junto con gente muy chigona, toco en lugares gratos.
“Poco a poco, la obra se abre paso y las personas, aun los jóvenes, van gustando de lo que hago. Iniciaré 2009 el 24 de enero con Paty Kelly, con Cachonderías, nuestro espectáculo, en La Planta de Luz.
“Tengo el proyecto de montar mi trabajo con tres músicos jóvenes cercanos al rock para construir un concierto donde mis canciones tomen otra dimensión, para presentarlo sobre todo en Pentagrama, mi disquera.
“De ahí vendrá el nuevo disco. En ritmos no hay muchos nuevos porque me he acercado a todos, desde el tango hasta el funk, rapeo; estoy construyendo un colectivo que pretende desarrollar algunas canciones rezongonas. La primera de ellas se llama El marrano, que es un reivindicación del gordo, porque en la tele los bombardean con que hay que ser joven, esbelto y lindo. Yo digo: bueno, la vida es otra cosa. En el colectivo está, entre otros, Marcial hijo. Trabajaremos en la red.”
–Todo mundo habla de la crisis...
–Puede ser muy irresponsable lo que digo, pero creo que desde mi generación –y estoy bordeando los 50– hemos vivido con la palabra crisis toda la vida, pero hemos sabido cómo hacerle.
“Sabemos protegernos un poco unos con otros. Lo que nos queda es acercarnos a los demás y hacer fuerza juntos. En mi caso con los músicos, con la gente en los lugares donde toco. Así, creo, cada quien debe estar con su gremio, congéneres o vecinos.
“Así lo hemos hecho siempre. Es lamentable que un país como este, tan rico, viva en crisis constante. Las crisis nos laceran, pero atizan la imaginación.”