■ Pobladores de la Santa María aseguran que lo impedirán; “el edil no pidió opinión”, dicen
Autorizan venta de alcohol en pueblo yucateco, tras 30 años
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Un habitante de la comunidad de Santa María, de la ciudad oriental de Tizimín, camina hacia el local al que se le otorgó un permiso para vender cervezas
Foto: Cortesía Diario de Peso Oriente
Mérida, Yuc., 3 de enero. Después de 30 años de que pobladores de la comunidad maya de Santa María, perteneciente a la oriental ciudad de Tizimín, vetaron la instalación de cantinas y otros negocios de bebidas alcohólicas, el alcalde priísta José Luis Peniche Bates, autorizó la apertura de un expendio de cervezas.
Los aproximadamente 150 habitantes de Santa María, pequeña comunidad marginada y sumida en la pobreza, denunciaron que el edil no consultó a las autoridades municipales y ejidales de la población para dar la autorización al expendio de cervezas, “porque sabía que no lo íbamos a permitir”.
En Santa María rige el sistema de usos y costumbres, y en 1978 se clausuró el último comercio de ese tipo debido al aumento del alcoholismo entre las habitantes, en su mayoría jóvenes.
Ángel Noh Díaz, comisario municipal de Santa María y enlace con la comuna de Tizimín, manifestó que Peniche Bates no informó que había autorizado a un grupo de personas a abrir un expendio de una conocida empresa cervecera nacional.
“Lo hizo sin respetar a la población de Santa María y su sistema de usos y costumbres, que desde hace muchos años prohibió la proliferación de cantinas y negocios de bebidas embriagantes”, destacó Noh Díaz.
No obstante, agregó que los pobladores impedirán, como sea posible, que abra el negocio, autorizado a personas que tampoco viven en Santa María y son ajenas a las tradiciones de la comunidad. Recordó que en 2007 hubo un intento de apertura de una cantina en la población.
Florencio Castillo Ay, comisario ejidal de Santa María, dijo que si se viola el sistema de usos y costumbres, “la población y los jóvenes caerán en el alcoholismo y gastarán su poco dinero”.
Castillo Ay añadió que en Santa María “no hay alcoholismo debido a las rígidas medidas para impedir la instalación y apertura de negocios vinculados a esas bebidas”.