■ Debe haber algo que contrarreste toda la impunidad que existe, afirmó Astrid Hadad
“El gobierno está obligado a becar todas las expresiones”
■ La diva del cabaret develó la placa por 50 funciones de El Esperpento de Norberto; hoy será la última función
■ Ver a Carlos Pascual y Pedro Kóminik es un agasajo en tiempos de crisis, dijo
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La reina del heavy nopal, en la imagen, reconoció que Pascual y Kóminik se atreven a burlarse de la formalidad que exige el teatro
Foto: Archivo
“El humor en tiempos de crisis es muy importante, y ver a dos artistas como Carlos Pascual y Pedro Kóminik en una obra como El Esperpento de Norberto es un agasajo para sobrellevar periodos difíciles”, expresó en entrevista Astrid Hadad, la máxima representante del cabaret azteca, al final de la puesta que hace escarnio de la Iglesia como institución, en el teatro bar El Vicio. Hoy será la última función.
Cáusticos, mas no hirientes
Durante la celebración de la representación número 50 de El Esperpento de Norberto –todo un logro para una pieza del género– la diva del heavy nopal develó la placa alusiva y destacó el trabajo de Carlos Pascual: “Abarca diversos géneros y está en constante búsqueda de textos, de formas de hacer las cosas. “Siempre me sorprende su espíritu de niño. En esta puesta existe algo de niño, como un juego, como cuando hacen sus pequeñas obras de teatro.
“El Esperpento de Norberto es algo muy refrescante porque Pascual y Kóminik se atreven a jugar, a burlarse de las normas del teatro, porque cuando sales de la escuela hay muchas cosas que te exige la formalidad.
“A este espectáculo le falta formalidad, pero le sobra inteligencia. Pascual y Kóminik son cáusticos, pero no hirientes; se pueden burlar de todo; esta obra la puede ver un judío, un musulmán, un católico, y nadie se va a sentir mal, a menos que se sea un amargado.”
–Es muy difícil que una obra de teatro cabaret perdure, por lo menos, 50 funciones.
–Sí, pero el cabaret ha tenido un auge impresionante desde hace varios años. Con su festival sobre el género, el grupo de Las Reinas Chulas le han dado algo de lo que carecía: reconocimiento oficial.
“Por esto último luché durante mucho tiempo. Pedía becas para cabaret y me decían que esa disciplina no existía. ¡Claro que existía, y existe!”
–¿Becas para artistas críticos del poder?
–El gobierno está obligado a becar todas las expresiones, sobre todo en un país donde la impunidad es el pan de todos los días. Tiene que haber algo que contrarreste toda esa impunidad en nuestros gobernantes. Últimamente he estado leyendo sobre historia de México, de la Independencia para acá, y me he dado cuenta de que muy pocas cosas han cambiado. Son los mismos los que se pasan de un partido a otro, y que lo único que importa es el bien personal. Aún son acróbatas que van de una cuerda a otra.
–¿En la crisis se desarrolla el cabaret?
–Por supuesto, crece, pero no hace falta crisis para que el cabaret exista. Siempre habrá de qué hablar, porque el mundo nunca será perfecto, ¡y nuestros políticos, menos!
Astrid deberá hacer un receso profesional porque se fracturó una mano. “Ojalá pudiera decir que me fracturé de forma heroica. Fue en Veracruz; por tratar de cuidar mi garganta arruiné mi mano, al reparar un aire acondicionado para que éste no me diera directamente. Eso hace semana y media. Ahora, a reflexionar. Me voy a París.”
Diez años de experiencia
El Esperpento de Norberto, “espectáculo donde participó el Espíritu Santo”, demostró la experiencia de 10 años en cabaret de Kóminik y Pascual, quienes a lo largo de dos años han presentado esta puesta. “Ya van más de 50 representaciones, pero nos gustó ese número”, expresó Kóminik, quien desarrolla el papel del Esperpento, un “Tata Papa” de 160 años.
Pascual desarrolla varios papeles y hace ver su suerte al esperpento, quien en un momento de hilaridad acusa a un feto de matar a su madre en defensa propia, al tratar ésta de abortarlo.
Surgen disquisiciones seudo metafísicas, seudo escolásticas, seudo teológicas, absurdas, sobre si el referido feto aguantará 30 o 60 azotes.
Las carcajadas son la mejor opinión del trabajo de los actores, que hoy 3 de enero, a las 22:30 horas, volverán al escenario del teatro bar El Vicio para revivir al Esperpento. La cita es en la calle de Madrid 13, Coyoacán. Teléfono: 5659-1139. Cóver: 200 pesos.