■ Exponen en el MAM 23 piezas donadas
Arquitectura, eje de nueva muestra de Remedios Varo
Los escenarios arquitectónicos fantásticos, presentes en los cuadros de la pintora surrealista Remedios Varo (1908-1963), son el punto de partida de la más reciente lectura de la colección donada al pueblo de México por Walter Gruen y Alexandra Varsoviano, y custodiada en el Museo de Arte Moderno (MAM).
Remedios Varo: arquitecturas del delirio, integrada por 23 piezas, fue abierta con motivo del aniversario luctuoso 45 de la artista española, cumplido el pasado 8 de octubre. La curaduría –su primera– es del investigador del MAM Iñaki Herranz, de 27 años, quien recuerda que en la exposición anterior, Remedios Varo: cinco llaves, organizada con motivo de los 100 años de su nacimiento, celebrado el 16 de diciembre de 2007, uno de los cinco núcleos era la llave arquitectónica.
El pasado verano también se efectuó un taller de arquitectura fantástica para niños, inspirado en la obra de Varo Uranga: “Allí fue donde pensamos: ¿por qué no hacer una exposición sobre el tema?, vamos a ver si da el ancho”. De las 39 obras que comprende la colección, más de la mitad permiten dicha lectura.
La muestra cuenta con 21 piezas pertenecientes al MAM y dos préstamos: Tránsito en espiral (1962), proveniente de una colección particular, que inicia el recorrido, e Icono (1945), una caja de madera pintada con óleo, propiedad del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, considerada “una de las primeras obras de su periodo de madurez”.
Dicha lectura también permite descansar una parte de la colección, ya que la obra es delicada y no puede estar expuesta permanentemente.
Aquí el uso que Varo da a la arquitectura es interpretado de maneras muy distintas, empezando con la misma “estructuración del lienzo”. En La arquitectura como espacio teatral se aborda su empleo de “la frontalidad narrativa hacia el espectador”, que da la impresión de “un teatrín de marionetas o una obra de teatro.
“Siempre son tres puntos de fuga que dan una perspectiva muy frontal, ligeramente empinada, como si estuviera en un escenario”, señala el entrevistado.
En el apartado La arquitectura como mundo onírico las estructuras de Varo son moradas donde se desarrollan los sueños. Para Herranz sus formas arquitectónicas se notan “anacrónicas”, de tintes medievales, por eso parecen “fantásticas”.
En otro subtema: La arquitectura como metamorfosis de la naturaleza y el cuerpo, hay una fusión “casi biónica”. Los apartados restantes son la arquitectura como “dominio místico”, como “dimensión de otros tiempos” y como “máquina”.
Dentro de la vocación didáctica de la curaduría se hicieron analogías con otros artistas, principalmente anteriores al Renaci- miento, como El Bosco. “La pintora decía que le gustaba ver las obras de El Bosco, Goya y El Greco, pero hay un cuarto autor, Giorgio de Chirico (1888-1978), que no sabemos si conoció o no, pero para mí hay una influencia directa en la concepción de la arquitectura. Aunque no es una idea nueva, es un punto innovador de la muestra”, apunta Herranz. También se contrapone la obra de Varo con la de René Magritte.
La muestra permanecerá hasta el 30 de marzo. El MAM abre de martes a domingo, de 10 a 17:45 horas.