■ Perecen tres niños durante incursiones de Tel Aviv en la localidad de Jan Yunes
Bombardea Israel un invernadero, un templo y casas de 15 líderes de Hamas
■ El saldo de muertos llega ya a 432 y una cuarta parte son civiles, según balance de Naciones Unidas
■ Los heridos son 2 mil 200; de ellos, 380 se debaten entre la vida y la muerte: Ministerio de Salud
Ampliar la imagen Un palestino de Gaza despide a su hija muerta por los bombardeos israelíes, ayer durante el funeral en la iglesia cristiana de Deir al-Laten Foto: Reuters
Gaza, 2 de enero. La destrucción de las viviendas de 15 dirigentes del movimiento de resistencia islámica Hamas, de un templo musulmán en Jabaliya, de un invernadero para producir alimentos al sur de ciudad de Gaza y de una calle de la localidad de Jan Yunes, donde murieron tres niños, fue el resultado principal del séptimo día de bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, por tierra y mar, de día y de noche.
En este viernes habitualmente dedicado por los musulmanes a la oración y el descanso, el saldo de muertos desde el 27 de diciembre llegó a 432, una cuarta parte de los cuales son civiles, según un balance de Naciones Unidas.
Por lo que toca a los heridos, el Ministerio de Salud palestino dio a conocer que la cifra llegó a 2 mil 200, de los cuales 380 se debaten entre la vida y la muerte.
Nuevamente los ataques israelíes incluyeron disparos desde buques encallados en aguas del Mediterráneo, para cerrar el círculo del bloqueo que las Fuerzas de Defensa de Israel han mantenido por años a ese territorio palestino.
Y una vez más, cazabombarderos F-16 soltaron bombas sobre las ciudades de Gaza y Rafah, además de Jan Yunes –en el centro de la franja– y del campo de refugiados de Jabaliya, donde fue destrozada la novena mezquita en siete días de ofensiva.
Según fuentes del Ministerio de Defensa de Israel, los proyectiles que han impactado sobre templos musulmanes que sirven para ocultar armas y gente de Hamas, pero hoy el único blanco claramente militar fue el cuartel de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado del movimiento, cuyo nombre rinde tributo a un dirigente palestino de la resistencia.
Todavía por la noche, la aviación cerró sus actividades de hoy con disparos a una casa en la localidad de Beit Lahiya, en el norte de la franja de Gaza, que causó la muerte a un hombre que no fue identificado como miliciano.
Una de las 15 viviendas de dirigentes de Hamas que fueron blanco de la ofensiva israelí este viernes pertenecía a Imad Aqal, a quien el ejército israelí califica como el responsable de supervisar la producción de misiles Qassam, pero nadie fue reportado como baja para Hamas, que tiene unos 15 mil combatientes en la franja.
Un portavoz militar consultado por Dpa, que no dio cargo ni nombre, aseguró que en siete días de ofensiva la cantidad de proyectiles lanzados sobre la franja de Gaza llega a 700, no obstante que los reportes cotidianos han estado alrededor del medio centenar y hoy la cifra oficial fue de 20.
Tropas, decenas de tanques y vehículos armados permanecían en espera de una orden para comenzar la ofensiva terrestre que, según reportes de la prensa de Israel con base en fuentes militares de ese país, se ha retrasado por el mal estado del tiempo.
Sólo dos de cada 10 israelíes apoyan la ocupación terrestre de la franja, no obstante que nueve de cada 10 respalda el bombardeo, según sondeos publicados en medios israelíes esta semana.
Una encuesta del diario Maariv dio cuenta hoy de que la ofensiva sobre Gaza disparó la popularidad del ministro de Defensa, Ehud Barak –del Partido Laborista, de centroizquierda–, que ahora goza de una “opinión más positiva” de parte de 44 por ciento de los ciudadanos israelíes.
Los partidos de derecha, Likud y Kadima –una escisión del primero–, conservan, no obstante, las mayores preferencias para las elecciones legislativas previstas para el 10 de febrero.
La única posible señal de una ofensiva por tierra sucedió hoy tras que el gobierno israelí autorizó la salida de unos 400 extranjeros del territorio costero, con un total de un millón y medio de habitantes que viven bajo un bloqueo económico, militar y energético.
Datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel señalaron que sólo 367 aprovecharon el permiso para salir por el puesto militar ubicado en las inmediaciones de Erez, en la zona limítrofe norte de la franja de Gaza.
Entre ellos hay 168 rusos, 85 ucranianos, 28 moldavos, 25 kazajos, 15 bielorrusos, 33 estadunidenses, siete turcos y seis noruegos.
Uno de los extranjeros, Jawaher Haggi, un palestino-estadunidense de 14 años, confirmó lo que las agencias internacionales de noticias han reportado desde el comienzo de la ofensiva: “No hay electricidad, no hay agua, no hay medicinas. Es difícil sobrevivir. Gaza está destruida”.
Ante la posibilidad de una invasión, el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, afirmó en un comunicado enviado a la televisora Al Jazeera que “el enemigo ha tenido éxito en su objetivo de destruir la infraestructura de la franja, pero yo quisiera decirle a la gente de todo el mundo que en Gaza contamos con buena resistencia. Nuestros recursos son limitados, pero nuestra voluntad no”.
También ante la eventualidad de la ocupación terrestre, representantes de medios extranjeros, que requieren de permisos especiales para entrar en Gaza han sido impedidos de viajar allí.
Sin embargo, el gobierno de Ehud Olmert acató hoy parcialmente la orden dictada el jueves por el Tribunal Supremo de Israel de levantar la prohibición a periodistas llegados de todo el mundo, al aprobar la entrada de ocho de ellos, cuyos nombres y fecha de acceso no fueron revelados.
En un comunicado, el director de la Oficina Gubernamental de Prensa, Daniel Seaman, recomendó a los periodistas extranjeros que en vez de pedir permisos para acudir a Gaza “deberían ir mejor a ver los niños de Sderot, Ashkelon y de toda la periferia de la franja, y de tener vergüenza”.
Sobre las actividades de propaganda, medios israelíes informaron hoy que la aviación israelí ha tirado miles de panfletos en los que pide a palestinos de Gaza denunciar a combatientes de Hamas.
“Aquellos que lanzan cohetes y los elementos terroristas constituyen un peligro para ustedes y sus familiares”, reza una de las octavillas en árabe.
El gobierno israelí también colocó en el sitio en Internet de Youtube videos de los bombardeos sobre Gaza para tratar de demostrar que en los blancos atacados hay arsenales de Hamas que han sido destruidos.
Según el Ministerio de Defensa de Tel Aviv, los combatientes palestinos han disparado 360 proyectiles –cohetes y obuses de mortero– desde el 27 de diciembre, pero sólo cuatro personas han fallecido por esas acciones.
Sobre los medios de guerra de los dos bandos y los efectos que han causado en las poblaciones de Israel y Palestina, un funcionario del Ministerio de Salud palestino, Hasan Jalaf, dijo a la televisora Al Jazeera que “no hay comparación con lo que nos están haciendo... Incluso ahora ellos comparan a aquellos que están atemorizados en el sur de Israel con los que están sepultados bajo los escombros en sus casas bombardeadas”.