Los de Abajo
■ 15 años
Pequeños y con todo en contra, dignos, echados p’a delante, libres en medio de la precariedad, resistiendo el hostigamiento externo y los mil retos internos, elevando los sueños de miles de personas en todo el mundo, los pueblos zapatistas de Chiapas cumplen sus primeros 15 años de lucha y organización, mientras que, el mismo día, a muy poca distancia, una pequeñita isla del Caribe celebra medio siglo de revolución. Nada más ocioso que las comparaciones de dos casos históricos irrepetibles. Valga la coincidencia de la fecha para resaltar la grandeza de dos levantamientos que siguen siendo, aunque por diferentes motivos, inspiración y esperanza para el mundo que se opone al capitalismo.
Las calles de Santiago, al oriente de Cuba, se llenan de gente de todo el planeta. Es medio siglo de la entrada victoriosa del ejército rebelde a la ciudad y, como se diría en el acto conmemorativo, aún todo está en riesgo de derrumbarse. El pueblo cubano se aferra a sus triunfos en salud, educación, ciencia, artes y deportes. Este año tres huracanes sacudieron la isla y la austeridad se siente en cada esquina, pero no hay lugar para la desesperanza. Y menos en la ciudad santiaguera, cuna del son y el ron, tumba de José Martí y origen de todas las batallas independentistas de este pueblo.
Primero de enero de 1959. Un ejército triunfa en Cuba y sus dirigentes asumen las riendas del cambio. Primero de enero de 1994. Un ejército insurgente, uno muy otro, se levanta en armas en el sureste mexicano, le declara la guerra al Ejército federal y al gobierno mexicano y emprende un camino distinto. No se plantea la toma del poder, pero sí la toma de los medios de producción y el ejercicio de otra manera de hacer política, incluyente, de abajo, de izquierda y anticapitalista.
La inspiración del triunfo cubano alienta, como en toda Latinoamérica, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), aunque la insurrección maya construye con creces su propio camino. Un cariño muy especial se siente en las comunidades hacia el pueblo de Cuba. En la Sexta declaración de la selva Lacandona hay un mensaje claro de los zapatistas: “Y queremos decirle al pueblo de Cuba, que ya lleva muchos años resistiendo en su camino, que no está solo y que no estamos de acuerdo con el bloqueo que les hacen y que vamos a ver el modo de mandarles algo, aunque sea maíz, para su resistencia”. La promesa zapatista se cumple cabal y un cargamento de maíz parte de la selva hacia el puerto de Veracruz, y de ahí hacia la isla del Caribe. Poco se sabe de la recepción cubana, pero recibieron esta pequeña muestra de solidaridad de los más pobres que, como ellos, no escatiman cuando de hermanos se trata y ofrecen lo que tienen y hasta lo que no tienen. Enhorabuena.