■ Michael Franzese es solicitado por la NBA, ATP y Grandes Ligas para alertar sobre apuestas
Ex mafioso revela corrupción en tenis, futbol americano y beisbol
■ En 1979 se infiltró en los Yanquis y realizó pactos con la mafia rusa
■ Ha puesto sobre aviso a Federer, Nadal y Djokovic
■ Fue capturado en 1980 y luego se convirtió al cristianismo
Ampliar la imagen El tenista español Rafael Nadal, durante una conferencia de prensa con motivo del torneo de Abu Dhabi Foto: Ap
Nueva York, 1º de enero. El ex mafioso estadunidense Michael Franzese aseguró que existe corrupción en el tenis para arreglar los resultados de los partidos, y reveló otros casos similares en deportes como el futbol americano y el beisbol.
“Los encuentros arreglados son una realidad en el tenis, pues basta una persona para influir en el desenlace de un cotejo”, señaló Franzese.
Franzese, de 57 años, es un ex capo arrepentido del clan Colombo, una poderosa familia neoyorquina, que hoy predica la buena palabra a estudiantes y deportistas mediante su fundación Breaking Out.
Las apuestas deportivas durante mucho tiempo fueron su sustento favorito, desde que comenzó en los años 70 con el boxeo, el futbol americano colegial y el beisbol.
“Se podía entrar como se quería en los vestidores”, señaló Franzese. Puso de ejemplo que en 1979 logró infiltrarse en los Yanquis de Nueva York y pactó con la mafia rusa, cuando los deportistas de la ex Unión Soviética iban a Estados Unidos.
Franzese fue capturado por la FBI en los años 80 y condenado a 10 años de prisión. Fue allí donde encontró la fe detrás de los Colegios de Abogados para finalmente convertirse en un religioso cristiano.
Luego de siete años en la cárcel le propusieron a cambio de su libertad que educara a los jóvenes y a los deportistas sobre las fechorías que hizo.
“En un principio no estaba interesado, pero mi esposa me convenció y, como quería empezar de cero, acepté”, aclaró Franzese.
Desde que las apuestas deportivas en Internet se convirtieron en una superficie de juego y valoración de la delincuencia organizada, él es solicitado por Ligas profesionales de la NBA y el beisbol de las Grandes Ligas.
En marzo de 2007 la organización rectora del tenis profesional (ATP) recurrió discretamente a Franzese. Entre sus tareas se encontraba alertar a las estrellas como el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic.
“En línea general les dije cuán peligroso era apostar y las consecuencias de asociarse con esa clase de gente (delincuencia organizada). Algunos (jugadores) vinieron a verme y me dijeron: ‘Usted sabe, tenemos un verdadero problema en nuestro deporte’”, comentó.
Cinco meses más tarde estalló en Sopot (Polonia) el escándalo del partido presuntamente arreglado entre el ruso Nikolai Davydenko y el argentino Martín Vassallo-Argüello. El ruso quedó limpio después por la ATP.
Según su apreciación, el método de corrupción utilizado es tan simple como implacable. Mediante intermediarios indeterminados se ofrece una fuerte suma de dinero a un jugador para que pierda. Los mafiosos apuestan entonces por el adversario con toda tranquilidad. La tentación es grande, sobre todo porque los importes son cinco a 10 veces superiores para que los jugadores se motiven.
El dinero se paga en efectivo y los corruptos operan en pleno torneo. Contactan a los protagonistas por teléfono o en persona en los salones reservados, a los cuales tienen acceso.
“Aquel que ponía el dedo por única vez en el engranaje se quedaba atrapado”, confesó Franzese, quien agregó: “Me acuerdo de jugadores que venían a mí para decir que paraban, que estaban nerviosos y no podían actuar correctamente, pues eso afectaba sus vida.”
La respuesta era entonces el chantaje, pues el delincuente respondía: “Quieres que vaya a decirle todo a tu entrenador, a la prensa, a tu familia. ¿Quieres ir a hablar con la policía?”