■ Diputado Edmundo Ramírez difunde informe
Murieron 725 mexicanos en 2008 al intentar pasar a EU
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En la delegación del Instituto Nacional de Migración en la ciudad de México
Foto: José Carlo González
En su intento por cruzar a Estados Unidos en busca de empleo murieron 725 migrantes mexicanos en 2008, año en que además crecieron las agresiones de la Patrulla Fronteriza y grupos xenófobos, aseguró el coordinador del Grupo de Trabajo en materia Migratoria del PRI de la Cámara de Diputados, Edmundo Ramírez.
Al difundir ayer un informe sobre la situación de los indocumentados –en su mayoría mujeres y menores de edad– que buscan pasar a ese país ante la falta de oportunidades laborales y educativas en México, Ramírez aseguró que “la cifra de muertos es casi de dos por día, lo que ha convertido a la frontera México-Estados Unidos no sólo en la más vigilada del mundo sino en el mayor cementerio de migrantes”.
El documento señala que la migración aumentó a tal grado en 2008, que “en promedio cada minuto un mexicano emigró a Estados Unidos y abandonó a su familia en busca de empleo”.
Agrega: “el balance final es catastrófico, pues tristemente se logró lo que parecía imposible: imponer un récord de mexicanos que salieron del país por falta de empleo y el número de cruces de fallecidos en la frontera”.
También informa que 75 por ciento de los 700 mil mexicanos que emigraron en 2008 son jóvenes de entre 14 y 35 años, y 52 por ciento de éstos tiene estudios en educación media, media superior o profesional.
En el balance presentado por Edmundo Ramírez se establece que uno de cada nueve mexicanos ya vive en Estados Unidos, y calcula que en menos de 20 años será uno de cada cinco.
Consideró que esta situación se agravará porque no hay avances para revertir las sentencias a muerte de 54 mexicanos que están en Estados Unidos. “Es un tema inexistente en la agenda con el vecino país”, dijo, y expuso que de los sentenciados 118 “están en la antesala de la muerte, es decir, que sus casos pueden derivar en la pena capital”.
Refirió que en el caso de las deportaciones, de enero a julio del año pasado, aproximadamente 90 mil niños mexicanos fueron deportados por el gobierno de Estados Unidos, en el contexto de su política antimigratoria y con la consecuente separación de miles de familias.
“Hay desprecio de Estados Unidos hacia esos niños migrantes y no existe un programa de apoyo para ellos por parte del gobierno mexicano, por lo que están prácticamente abandonados en instituciones religiosas o no gubernamentales”, declaró.
El legislador por Hidalgo y secretario de la Comisión de Población y Fronteras de la Cámara de Diputados, expuso que también durante 2008 fueron deportados de esa nación unos 400 mil adultos mexicanos.