■ El esperpento de Norberto festejará desde hoy 50 representaciones en El Vicio
La clave del cabaret es el rigor periodístico, afirma Carlos Pascual
■ Ese espectáculo debe ser marginal y subversivo para existir como fenómeno, de lo contrario sólo es entretenimiento, comenta el autor de la obra
■ Fue estrenada en festival internacional del género
“El cabaret tiene que ser, antes que nada, algo alternativo, marginal y subversivo, para que exista como fenómeno; de lo contrario es sólo entretenimiento”, expresó Carlos Pascual, quien con Pedro Kóminik festejará desde hoy las 50 representaciones de la obra El esperpento de Norberto, así como los 10 años de trabajar de cabareteros.
En entrevista, Carlos Pascual explicó que con Kóminik lleva 10 años de hacer cabaret, teatro político, sátira política en televisión. “No son 10 años de carrera, pues ya vamos para 25. Es un ciclo que queremos no cerrar, pero sí celebrar con una develación de placa.”
Kóminik: “El esperpento... llega a 50 representaciones, lo cual es en sí un logro. Las obras de teatro-cabaret duran muy poco en cartelera debido a que carecen de infraestructura de producción para temporadas largas. El material en cabaret es mucho más efímero. Afortunadamente, al igual que los políticos, los jerarcas de la Iglesia católica no dejan de darnos material para estar al día”.
Respecto de lo que representa hoy la Iglesia en México, Pascual dijo: “Sin duda alguna, en el mundo, pero en particular en México, ha sido uno de los grandes frenos de la cultura, de la investigación”.
Kóminik: “El esperpento de Norberto, a diferencia de otros espectáculos, se hizo con rigor periodístico. Hago a este Papa de 160 años, parte Benedicto XVI, parte Golum o un ser de La guerra de las galaxias; es sádico, misógino, homófobo, infantil. Lo que mencionamos fue tomado de encíclicas, de pastorales.”
Carlos Pascual (autor de la pieza): “Creo que la clave de todo trabajo de sátira y crítica es que haya rigor, precisión periodística. Una cosa es que yo tenga mi opinión, lo cual no me autoriza a subirme a un escenario y decir mentadas de madre. El esperpento... puede molestar a mucha gente, y podrán decir que no les gustó, pero no que es falso”.
El esperpento de Norberto fue estrenada hace dos años, en el quinto Festival Internacional de Cabaret. En teatro político ambos han presentado Las canciones que Hitler prohibió, que data de 1998; luego, a invitación de Jesusa Rodríguez, Pascual hizo El derecho de abortar, con la actuación de Isela Vega, que hacía el papel de la Virgen María.
Kóminik: “Isela era mi mamá; yo era Jesucristo. Carlos era San José y era talamontes y el Diablo lo hacía Jesusa, que era María Magdalena Lengüinski”.
Luego a Pascual le llegó la invitación para hacer La operítica, en Canal 40; pasó a Televisa para hacer La grillópera, La grillotina y posteriormente aparecieron La Matha del Zorro, Pejemán contra El hijo del averno.
Kóminik se ha inclinado hacia la música, de la que han salido Mili y Marlén, Una canción sobre tu piel, Quizás, quizás, quizás.
Hay muchos grupos de jóvenes
–¿Qué ha cambiado del teatro cabaret en 10 años?
Kóminik: “Ha habido un auge del cabaret; la proliferación, pues no sé si es crecimiento, porque aún es muy pronto. Han surgido muchas compañías de jóvenes. Hace 10 años el único lugar donde se hacía cabaret político era El Hábito.”
Carlos Pascual: “Eso sin olvidar a El Hijo del Cuervo, El Miau, El Guau... sería como decir que uno lo empezó todo, pero ese sería el peor error”.
Kóminik: “El bastión del cabaret político era El Hábito. De alguna manera Jesusa Rodríguez nos formó a todos nosotros, porque Tito Vasconcelos todavía la rolaba, pero se fue por otra vertiente”.
El esperpento de Norberto, 26 y 27 de diciembre, y 2 y 3 de enero, 22:30 horas, Teatro Bar El Vicio (Madrid 13, Coyoacán). Entrada: 200 pesos.