■ “Ese Leoneeel, ya saca los juguetes”, fue el grito que interrumpió el convivio navideño
Organiza la delegación Álvaro Obregón cena para niños de escasos recursos
■ A los menores les gusta que los tomen en cuenta, señaló un promotor social
Ampliar la imagen La llegada de Santaclós animó a los niños que asistieron a la cena de Nochebuena organizada por autoridades de la delegación Álvaro Obregón Foto: Jesús Villaseca
A sus 10 años de edad, Chava poco recuerda de navidades anteriores, pero este año fue de los primeros y de los más entusiastas en dejar el albergue ubicado en la explanada de la estación Observatorio del Metro para disfrutar de su cena de Nochebuena junto con cerca de 600 niños y adolescentes, que como él provienen de familias de escasos recursos y habitan en colonias altamente marginadas de la delegación Álvaro Obregón.
Pechuga en adobo, espagueti y pan fue el menú que como él muchos decidieron hacer a un lado y llevar en itacate ante la llegada del titular de la demarcación, Leonel Luna Estrada, y su acompañante, el director del DIF-DF, Jesús Valencia, que causó gran alboroto.
Las razones de dicho júbilo se murmuraban entre los asistentes a las mesas colocadas en hileras frente a la explanada de la iglesia de la colonia La Presa Sección Hornos. “Éste es el bueno”, se decían, hasta que uno se armó de valor y desde el fondo a todo pulmón gritó: “Ese Leoneeeel, ya saca los juguetes”. “Hasta el 6 de enero, hasta el 6 de enero”, prometían los funcionarios, al tiempo que se abrían paso.
No hubo juguetes, pero el ánimo no decayó entre los infantes, que olvidaron por un rato sus carencias, e inquietos, rodeaban al hombre gordo, de barba y bigotes blancos, traje rojo afelpado y botas negras, que atento escuchaba, a diestra y siniestra, peticiones para la Navidad, como las de Chava, que sólo esperaba un carro a control remoto.
En recompensa, se les entregó un envoltorio con dulces y mandarinas, que durante el reparto puso en apuros a los organizadores, que en vano trataban de poner orden. “Elías, te quiero aquí. Pirujo, pirujo, a dónde vas, sientate allá”, gritaban. Y es que los más abusados esperaban la dotación en su asiento y de inmediato corrían, con la bolsa escondida detrás, a pedir más.
La celebración tuvo lugar a unos metros de lo que fuera uno de los asentamientos más pobres de la demarcación, la Presa Sección Hornos, que hace un año fue desmantelado. Al lugar, rodeado de muros grises de casas sin acabar, apiladas en los cerros, llegaron menores, cuyas edades oscilan entre los primeros meses de nacidos y los 16 años, procedentes, en la mayoría de los casos, de hogares donde la madre es el único sostén.
Así, mientras los niños pedían dulces y juguetes, las mamás no perdieron la oportunidad de solicitar apoyos. Guadalupe Martínez aprovechó la presencia de los servidores públicos para presentarles a su hija Carla Victoria, quien requiere lentes, porque de lejos no ve. “Pasa el viernes a vernos a la delegación”, fue el compromiso de la autoridad.
Arturo Jaimes, promotor de actividades recreativas y deportivas entre los niños de colonias populares de la demarcación, como Presa Sección Hornos, Lomas de Becerra, Desarrollo Urbano, El Pirul y La Joya, agradeció este tipo de actos, en los que los niños pueden convivir, porque “en el barrio no hay mucho de dónde cortar”.
“Ojalá que no sólo fuera en esta fechas y que volteen a ver a la niñez de estos barrios más seguido, porque para los niños ser los protagonistas y que los tomen en cuenta es algo fuera de serie”, apuntó.