■ Posponen votación con la finalidad de recuperar el consenso
Actores de Hollywood, divididos sobre la aprobación de la huelga
■ Aplazan el paro de actividades, previsto para el 2 de enero próximo
Los Ángeles, 23 de diciembre. El profundamente dividido Sindicato de Actores de Cine y Televisión (SAG, en sus siglas en inglés) de Hollywood ha aplazado la votación para autorizar una huelga, que tenía como fecha prevista el 2 de enero, para poder “resolver la desafortunada división y recuperar el consenso”.
El retraso se produce después de que miembros señalados del sindicato, como Tom Hanks y George Clooney, prestaron su nombre a una campaña que se oponía a la declaración de huelga. El lado del sí cuenta con famosos como Mel Gibson y Martin Sheen.
“Esta división no ayuda a nuestro esfuerzo por alcanzar un acuerdo con la AMPTP, que ratifiquen nuestros miembros”, escribió Doyg Allen, negociador jefe del grupo, en carta enviada a los agemiados y publicada en la página web del sindicato.
Internet, el punto de fricción
La AMPTP es el organismo negociador de los estudios, la Alianza de Productores de Cine y Televisión.
El SAG trabaja sin contrato desde que el viejo acuerdo expiró el 30 de junio. El principal punto de fricción en las negociaciones es el pago por la programación transmitida por Internet.
Después de que un mediador federal fracasó el mes pasado en su intento por reiniciar las conversaciones estancadas, el SAG anunció que pediría autorización de sus miembros para ir a la huelga, lo cual requiere una aprobación de 75 por ciento. La organización tiene unos 120 mil miembros, aunque la mayoría no trabajan de actores de tiempo completo.
La nueva fecha de la votación será tres semanas después de una reunión especial de la junta, que se celebrará el 12 y el 13 de enero, según el sindicato.
Se estima que tardará alrededor de tres semanas el conteo de los votos.
Si el sí saliera victorioso, la ceremonia de entrega de los premios Óscar, que se celebrará el 22 de febrero en Hollywood, podría quedarse coja porque las grandes estrellas no querrán cruzar la línea de piquetes.
Los grandes estudios han bajado el ritmo de rodaje de películas desde finales de junio, en preparación a un posible paro, lo que se suma a la desaceleración general derivada de la recesión de la economía estadunidense.
La tensión se ha exacerbado por los resultados de la huelga de guionistas, que terminó en febrero, luego de 14 semanas, y le costó a la economía de Los Ángeles unos 3 mil millones de dólares al detener la producción de la mayoría de los programas de televisión de máxima audiencia.