■ Sam Fell estrenará su cinta Despereaux: un pequeño gran héroe en México este jueves

“Los niños, capaces de seguir una historia real y entender emociones”

■ Me gustaría creer que la película aguantará la prueba del tiempo; espero que se aprecie el arte con el que está hecha, expresa

■ Servirá para mostrar que la narrativa tradicional no ha muerto, comenta

Arturo Cruz Bárcenas

“Hay que tener fe en los niños y entender que ellos no sólo necesitan chistes y cosas rápidas para entretenerse. Ellos pueden seguir una historia de verdad y entender las emociones que experimentan los personajes. Por eso espero que la película tenga éxito y entretenga a gran número de pequeños en el mundo, además de que sirva para asegurar que la narrativa tradicional no ha muerto”, comentó en entrevista Sam Fell, director de la cinta de animación Despereaux: un pequeño gran héroe, sobre un ratón que dice no ser roedor, sino caballero. La película será estrenada en México el próximo 25 de diciembre con 530 copias dobladas al español.

–¿Qué significan las historias cinematográficas de ratones?

–Creo que los ratones se prestan bien para la animación; ha habido muchos personajes. Esta historia de Despereaux da la casualidad de que también tenía un ratón. Así que ahora tenemos otro. Los ratones son bastante tiernos. Creo que siempre van a existir en las animaciones, pues es muy fácil darles una cualidad humana.

–¿Cual es la historia y la anécdota de esta película?

–Es una historia bastante sofisticada, pero en términos simples es la historia de un héroe improbable: un ratón muy chiquito con orejas muy grandes, que es, repito, el héroe más improbable. Y es la historia de cómo cae un hechizo terrible en un reino y nada lo puede desbaratar.

“Por ello, el reino está cubierto de tristeza y de niebla. Este héroe improbable, Despereaux, el ratoncito de las orejotas, tiene el valor para seguir en su camino y enfrentarse a todas las contingencias, para cambiar todo y dejar que regrese la felicidad. También es de valentía y hay muchas moralejas. Una es que Despereaux tiene el valor de seguir lo que le dice su corazón. Nadie lo toma en serio y todos lo tratan como si fuera un poco tonto, pero no les hace caso y no deja que eso lo detenga.

“Siempre es el mismo; ése el mensaje: hay que ser lo suficientemente valiente para ser uno mismo. Otro aspecto importante de la historia es que tiene muchos personajes que, bajo la influencia de este hechizo, hacen cosas malas. También se lastiman unos a otros, pero en la película se muestra que hay una razón por la cual cada personaje actúa de la manera en que lo hace.

–¿Despereaux será un clásico?

–Me gustaría creer que esta película va a aguantar la prueba del tiempo y que en 30 o 40 años se verá y apreciará el arte que lleva. Realmente creo que tiene mucha profundidad. También me gustaría creer que le va a ir bien comercialmente, pues el éxito tiene que ver con que mucha gente quiera verla. Hemos tenido esto en consideración.

Cierto realismo

–¿Qué recursos tecnológicos aprovecha esta película?

–Trabajamos en Londres con un estudio que hace efectos especiales y que ha trabajado en las cintas de Narnia y Harry Potter. Tienen 20 años de experiencia y su tecnología crea cierto realismo, el que se necesita en las películas de este tipo. Fue su primera película animada.

Se señala con el índice el dibujo de Despereaux. “¿Es un niño?”

–Sí, y es chistoso porque físicamente es como un niño de siete años, pero en su mente es mucho más grande.

–No es cocinero, ¿verdad?

–No, aunque en el cuento sí hay cocineros. El libro se escribió hace 10 años, mucho antes que Ratatouille.

Sam Fell dijo que entre sus proyectos tiene gran cantidad de películas, “todas diferentes. En esto se tarda uno muchos años, desde que se planta la semilla. Todas van en las primeras etapas”.

Agregó que le encanta México, país al que viene desde que era adolescente, “porque aquí trabajaba mi papá. Gran parte de mis veinte la pasé en México. Viajé por todos lados, más que nada por Oaxaca, Chiapas, Guadalajara, Jalisco, e inclusive Acapulco, Guerrero. Me encanta la sensación que provoca México. Tiene algo, y los niños son muy especiales para los mexicanos. La familia tiene más fortaleza aquí que en Europa.

“Otra cosa que me llama la atención es que aquí hay mucho optimismo. Es un lugar sin pretensiones. Siempre he sentido que hay mucho arte por todos lados; es un país muy cultural y me gusta que los niños se beneficien de todo esto.”