Usted está aquí: martes 23 de diciembre de 2008 Política Agricultor que denunció al presunto asesino de Digna Ochoa revela abusos de militares

■ Lo arrestaron hace un año y entregaron a civiles que lo torturaron, dice

Agricultor que denunció al presunto asesino de Digna Ochoa revela abusos de militares

Misael Habana de los Santos (Corresponsal)

Acapulco, Gro., 22 de diciembre. Javier Torres Cruz, campesino ecologista de la Sierra de Petatlán, quien aseguró en marzo de 2007 que un sicario enviado por el ganadero Rogaciano Alba Álvarez dio muerte a la abogada Digna Ochoa en 2001, aseguró que efectivos militares lo detuvieron en un retén ubicado en la comunidad San Luis La Loma y luego lo entregaron a civiles, de quienes escapó “en un descuido”.

Representantes de organismos defensores de los derechos humanos y de la Comisión de Derechos Humanos estatal visitaron la comunidad La Morena, en la sierra de Petaltán, para escuchar del agricultor qué ocurrió desde el pasado 3 de diciembre, cuando según sus dichos fue detenido y asilado, además que se le torturó y no recibió alimentos.

Torres Cruz aseguró que al escapar de los civiles que lo tuvieron cautivo, éstos lo persiguieron por la sierra durante una semana, hostigamiento al que se sumaron soldados, respaldados por una avioneta. Afirmó que su detención fue por dar a conocer el año pasado que él escuchó decir a Javier Valle Villa, pistolero del ganadero Rogaciano Alba Álvarez, que gente bajo el mando del cacique asesinó a la abogada defensora de los derechos humanos Digna Ochoa el 19 de octubre de 2001, en la ciudad de México.

“Me gritaban, me tiraban a matar, porque pegaban cerquita los balazos. Por medio de bocinas de altavoz gritaban que me entregara, porque de todas maneras estaba perdido”, narró.

“Eran muchas personas, todas armadas: traían radio y aparatos infrarrojos para ver de noche; yo los miraba porque veía una lucecita, y cuando miraba ésta me tenía que dejar caer al suelo o rodar, lo que fuera posible, porque me disparaban muchos balazos”, aseguró.

El labriego recordó que el 3 de diciembre, cuando regresaba del municipio de Tecpan, fue detenido en un retén militar de San Luis La Loma por soldados adscritos al batallón con sede en Petatlán, quienes le vendaron los ojos y luego lo entregaron a civiles, que lo torturaron durante cuatro días.

Sostuvo que durante el interrogatorio al que fue sometido se le preguntó por qué habló del asesinato de Digna Ochoa, y se le reclamó “que yo era una persona que los acusaba de muchas cosas y que por qué los acusaba, y entonces les decía que yo no sabía nada, que no sabía ni por qué me estaban golpeando”.

 
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