■ En 2009 el PAN pagará los efectos de la crisis, prevé Alberto Anaya
Impugnarán la negativa del instituto ante el tribunal federal electoral
Los partidos del Trabajo (PT) y Convergencia cuestionaron la decisión de los consejeros electorales de rechazar la denominación Frente Amplio Progresista a su coalición para los comicios de 2009. Confiaron presentar su inconformidad ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación máximo cuatro días después de que sean notificados oficialmente de la resolución.
El dirigente nacional petista, el senador Alberto Anaya, manifestó que la decisión del Consejo General del Instituto Federal Electoral no está fundada en derecho y, por tanto, indicó, es seguro que el tribunal electoral revierta esa decisión.
Mientras, Pedro Jiménez León, secretario general de Convergencia, adelantó que uno de sus argumentos de defensa será que “la autoridad sólo puede hacer aquello para lo que está autorizada (sic)”, y en este caso, dijo, el IFE actuó como tribunal y no como árbitro en el proceso electoral.
Indicó que una vez que les sea notificada oficialmente la resolución, las dirigencias nacionales del PT y Convergencia se reunirán para revisar el documento y “confiamos presentarnos en el tribunal (en) de dos a cuatro días”.
Consideró que con la decisión asumida se concretó “una parcialidad de los consejeros electorales para atender el interés del grupo partidocrático que los eligió” y anticipó que seguramente continuarán los enfrentamientos de ambos institutos políticos con los autoridades del IFE.
A su vez, Anaya advirtió que los equipos jurídicos de Convergencia y PT ya se encuentran trabajando en la inconformidad que presentarán ante el tribunal electoral en los tiempos legalmente establecidos. Confió en que el órgano falle en su favor porque “estamos seguros de que una coalición es una persona jurídica distinta a un partido”.
Indicó que ellos hubieran preferido que el PRD no se inconformara, pero, “como dijo Dante (Delgado, dirigente de Convergencia), nos veremos el 5 de julio (en la jornada electoral de 2009)”, aunque dejó abierta la puerta para que en elecciones concurrentes pudieran concretar, al menos entre PT y sol azteca, alianzas electorales.
Oposición beneficiaria
Anaya Gutiérrez consideró que la crisis económica dañará en los comicios del 5 de julio de 2009 al gobernante PAN y beneficiará a las oposiciones, excepto el PRD.
Confió en que la coalición suscrita entre su partido y Convergencia para ir juntos en los 300 distritos electorales del país obtenga un 14 por ciento de la votación e iguale en alcance al Partido de la Revolución Democrática.
El líder del PT declaró que el PRD sufrirá un retroceso por la división que enfrenta tras el cuestionado proceso interno por la dirigencia nacional y luego de abandonar la lucha que encabeza Andrés Manuel López Obrador en defensa de la economía familiar.
El PAN es el partido de la crisis –dijo–, pues, a pesar de los grandes recursos provenientes del petróleo y las remesas de mexicanos emigrados a Estados Unidos, durante el sexenio de Vicente Fox la economía sólo creció 0.7 por ciento anual, pero si se toma en cuenta el aumento poblacional habría un crecimiento negativo.
Descartó que en 2009 el producto interno bruto crezca 1.8 por ciento, como prevé el gobierno de Felipe Calderón, y pronosticó que las remesas caerán unos 15 mil millones de dólares, repuntará la inflación y se acortarán los ingresos petroleros y las exportaciones, hasta producirse un crecimiento negativo de 2 por ciento a causa de la recesión mundial.
Consideró una broma de mal gusto las declaraciones del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que la realidad actual es diferente a la de sexenios anteriores, “cuando Estados Unidos tenía un catarrito y a nosotros nos daba una pulmonía”. Según Anaya, el país enfila hacia una difícil situación económica en 2009, pero el pueblo cobrará la factura a los panistas en las elecciones.