■ Historia citadina que retrata un fenómeno universal, la ausencia paterna, dice el autor
Camino a casa, más que un libro triste, trata del coraje que surge en lo adverso: Buitrago
■ El volumen, con ilustraciones de Rafael Yockteng, ganó el décimo primer concurso A la orilla del viento; como parte del premio fue editado por el Fondo de Cultura Económica
Ampliar la imagen La niña sin nombre sobre el león de abundante melena que la ayuda a sobrellevar su cotidianidad Foto: Ilustración tomada de la publicación
En la primera página del libro Camino a casa, de Jairo Buitrago y con ilustraciones de Rafael Yockteng, una niña le pide a un gran león: “acompáñame de vuelta a casa”. En entrevista con La Jornada, el escritor colombiano comentó que es una historia citadina que retrata un fenómeno universal, la ausencia del padre, pero que en latinoamérica se relaciona con aspectos sociales y políticos, como la violencia y la migración.
A lo largo de las láminas del libro infantil la niña sale de la escuela, camina por la ciudad, recoge a su hermanito en la guardería, una vez más pide fiado en la tienda de la esquina y prepara la cena. Y siempre, ante la mirada aterrada de los adultos, va acompañada por ese gran león, hasta que su mamá llega de la fábrica donde trabaja. El álbum realizado por los colombianos Buitrago y Yockteng ganó el décimo primer concurso A la orilla del viento, y como parte del premio ha sido editado por el Fondo de Cultura Económica.
El personaje principal se reconoce en lo cotidiano, como muchos niños que viven lejos de su padre y se convierten en pilar de la familia, “como una persona que maduró a la fuerza, a la que se le exigen responsabilidades que por su edad y su condición no debería tener”. Y se agrega un personaje fantástico en forma de león compañero y guardián que habita en plena ciudad; ambos como parte de una situación social.
Y Bogotá –podría ser cualquier ciudad latinoamericana iluminada en los tonos de grises que las caracterizan– es uno más de los personajes que envuelven el libro-álbum de 32 páginas. “Cuando la idea surgió pensé en el barrio, donde vivo. Bogotá está construida al lado de los cerros, como muchas ciudades andinas: Santiago, Quito. Entonces son típicas ciudades que crecen hacia arriba y circundan los cerros, con problemas sociales, que terminan alrededor de la ciudad real”, agrega al autor.
“Siempre se pensó en un libro infantil, a pesar de que el tema es muy duro. Veo en el libro-álbum una manera muy completa de expresarme, que se asocia a la literatura infantil pero sin estar ligado a la fantasía impuesta para niños; nunca he pensado que los temas tabú se tengan que evitar, ni creo que los temas tabú existan para los niños”, describe Buitrago sobre su tercer libro dedicado a este público.
Sin embargo, aunque al final deja es conmovedor, Jairo Buitrón explica que es sobre la valentía del género femenino, pues muchas veces son las más responsables a pesar de su corta edad. “No gratuitamente escogimos que la protagonista fuera niña; más que triste es sobre el coraje para afrontar las situaciones.”
Entonces, el león, de voluminosa melena, no sólo es la figura ausente, al mismo tiempo “es la proyección de su propio corazón; parece que representa al padre, pero también es esa herencia de coraje que he visto en muchas familias, golpeadas por la fatalidad de las situaciones de violencia e injusticia que ocurren en Colombia, de tantos niños y jóvenes que crecieron así”.
La mezcla de un ambiente tan cotidiano y un texto breve, aunado a la presencia de un personaje irreal, permiten identificarse plenamente con la historia de esta niña sin nombre. Buitrago confía en que “los niños son muy receptivos, entienden todo. Los más pequeños comprenden perfectamente la situación socioeconómica de la niña y que el león no pertenece a ese mundo de realidad”.
Finalmente, haber ganado el concurso A la orilla del viento, significa para Buitrago “entrar a las ligas mayores”, pues en Latinoamérica es muy importante. “Nos da la oportunidad de dar a conocer nuestro trabajo, y al ser publicado por una editorial grande permite un acabado estético en cuanto a la idea gráfica.”