■ Desde junio lanzó las convocatorias pero los precios están arriba del “costo de referencia”
Desiertas, gran parte de licitaciones del IMSS para adquirir material
■ Fabricantes nacionales de equipo de curación afirman que podría haber desabasto
■ El instituto no considera la devaluación del peso y la crisis financiera, señalan
Ampliar la imagen Autoridades del IMSS descartan que exista riesgo de desabasto de insumos. La imagen corresponde a una protesta en 2003 Foto: José Antonio López
Desde junio de 2008, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha convocado siete licitaciones públicas para la compra del material de curación que utilizarán clínicas y hospitales durante el próximo año.
Sin embargo, por incumplimiento de la Ley de Adquisiciones tuvo que cancelar dos, y aunque en las primeras dos asignó 65 por ciento de las mil 910 claves, declaró desiertas 35 por ciento, debido a que las ofertas de los proveedores estaban por arriba del precio máximo de referencia impuesto por el instituto.
Los posteriores concursos realizados fueron reduciendo el número de claves desiertas, pero persistieron hasta el pasado 12 de diciembre, 333 claves, cuyos costos no cumplieron con los requerimientos del Seguro Social; entre ellos, la totalidad de necesidades de condones (más de 70 millones de unidades), guantes para exploración y cirugía, suturas y otros insumos que totalizaban más de 450 millones de unidades.
Representantes de fabricantes nacionales de material de curación señalaron el riesgo de desabasto que se cierne sobre el IMSS, principalmente de insumos fundamentales como los guantes de cirugía, y la suspensión de programas estratégicos como la prevención del VIH/sida por la carencia de preservativos. Acusaron la actitud “negligente” de las autoridades del organismo que durante seis meses llevaron a cabo procesos administrativos con los que no lograron cubrir la totalidad de las necesidades de clínicas y hospitales por la decisión de mantener “precios máximos de referencia” que no se apegan a la realidad que viven los productores.
Señalaron, por ejemplo, que existen variaciones en el costo que pagan por las materias primas, lo que aunado a la situación financiera internacional y la devaluación del peso, les impide mantener la misma tarifa con la que participaron el año pasado en las licitaciones del IMSS y que para la compra de 2009 fue tomada por el instituto como “precio máximo de referencia”.
Compras apresuradas
Los proveedores consultados mencionaron que, además de lo anterior, las decisiones de las unidades administrativas responsables les perjudica porque el instituto “de cualquier manera va a comprar, seguramente de manera apresurada y querrá, como es lógico, que las requisiciones se cubran en las primeras semanas del año”.
El problema para la mayoría de los fabricantes que participaron en cada una de las licitaciones es que la producción “no se realiza de la noche a la mañana: se tiene que planear, comprar la materia prima, que generalmente proviene del extranjero, y programar el trabajo en las plantas”.
Del otro lado, Agustín Amaya, coordinador de Adquisición de Bienes y Contratación de Servicios del IMSS, explicó que los responsables del ejercicio del presupuesto están obligados a realizar una evaluación del mercado y buscar las mejores condiciones de compra para el instituto. “Se debe tener mucho cuidado de tener el mejor aprovechamiento de los recursos”.
Explicó que luego de siete licitaciones todavía faltaran los contratos para 333 claves de material de curación, y señaló que la mayoría de éstas son productos de poca cuantía, que serán comprados directamente por las delegaciones y hospitales, y ya no por una licitación.
Para otras 50 claves, el instituto decidirá en los primeros días de enero el mecanismo de compra, luego de que se han agotado (con las siete licitaciones) las opciones que marca la Ley de Adquisiciones en esta materia. Amaya informó que con base en la misma regulación, está la alternativa de convocar a una licitación a tiempo recortado, hacer una invitación abierta a por lo menos tres proveedores, o realizar una adjudicación directa.
El funcionario comentó que, incluso, se explora la posibilidad de revisar las ofertas de los participantes en los concursos anteriores y de ahí obtener la mejor oferta en precio, para hacer la asignación del contrato.
Respecto al tiempo que transcurrió desde las primeras licitaciones –una nacional y otra internacional para países con los que México tiene tratados comerciales–, Amaya explicó que el IMSS “no sabía sobre los costos del látex o el impacto que pudo tener el cambio de paridad del peso con el dólar en los fabricantes”. Por eso, convocó con base en los precios que se pagaron en 2008. Una vez que “ha concluido el ciclo de las licitaciones”, el instituto puede “revalorar” el monto del precio máximo de referencia y hacer las compras faltantes, dijo.
Descartó que exista riesgo de desabasto de insumos, porque además de que la mayoría de las 333 claves faltantes –alrededor de 280– serán adquiridas de manera directa por las unidades, las clínicas y hospitales tienen un stock de 1.9 meses en sus inventarios de material de curación y, en cualquier caso, siempre tienen la posibilidad de hacer compras emergentes. La compra nacional de 2009 de material de curación involucró mil 910 claves.