■ La conquista de las 14 cimas más altas del mundo, su reto
El K2, objetivo central de Una Pareja en Ascenso
■ Badía Bonilla y Mauricio López, tras patrocinios por 65 mil dólares
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El matrimonio Bonilla López suma 10 expediciones de alta montaña
Foto: Notimex
El K2, la afamada montaña de montañas, de 8 mil 611 metros de altura en la cordillera del Karakoran, en Pakistán, es el objetivo central de Badía Bonilla y Mauricio López, en la continuación del proyecto Una Pareja en Ascenso, hacia la conquista de las 14 cimas más altas del planeta.
La dupla de alpinistas falló por segunda vez este año el intento de escalar el Broad Peak (8 mil 47), que habría sido su sexta cima himalaya, pero aprecian su decisión de haberse dado la vuelta por los riesgos que implicaba el último tramo en las condiciones precarias en que se encontraban.
“Amamos la montaña, pero más la vida. Esta vez no llegamos, pero estamos completos”, expresó López tras el testimonio que presentaron del segundo intento al Broad Peak, donde ascendieron 7 mil 970 metros en el último ataque a la cima, que realizaron después de varios días de mal tiempo y pese a haber sufrido un robo de alimentos y parte del equipo en el campamento.
En 2007 la pareja declinó esa cumbre a los 7 mil 700 metros, debido a una caída ocasionada por una tercera persona que, por estar encordados, causó una grave lesión al muslo de Mauricio.
El Broad Peak, según sus planes, será una asignatura pendiente en el proyecto, que se inició en 2000 con el ascenso al Cho Oyu (8 mil 201), siguió en 2001 con el Shisha Pangma (8 mil 26); en 2002 el Everest (8 mil 848) y en 2003 el Lhotse (8 mil 516), aunque la cumbre de Badía está en duda por unos metros.
En 2004 conquistaron el Makalu (8 mil 463) y en 2006 el Gashebrum II (8 mil 35) en un segundo intento, pues en 2005 se quedaron a la misma altitud del Broad Peak, de 7 mil 700.
Badía Bonilla tiene el reto de competencia mundial femenil de los 14 ochomiles himalayos, lista que encabezan la española Edurne Pasaban y la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner, ambas con 11 cimas, seguidas de la italiana Nives Meroi (10) y la polaca Ana Czerwinska (6), mientras a Badía le faltan nueve y para lograrlo renunció, entre otras cosas, a la maternidad, como anunció el año pasado.
Al margen de la crisis económica mundial que se avizora, Mauricio y Badía trabajan en el otro gran reto de reunir los respaldos –unos 65 mil dólares– de patrocinadores.
En 2009 planean escalar el Manaslu (8 mil 163) y combinar esa cumbre con un entrenamiento intenso en roca y nieve en los Pirineos españoles, pues la capacidad en ese terreno será definitiva para alcanzar el gran sueño de conquistar el K2 en 2010, lo que esperan lograr como parte de la celebración del bicentenario de la Independencia de México.
En los siguientes dos o cuatro años, calcula Mauricio, podrán plantearse las cumbres faltantes y las resolverán tal vez a razón de dos o tres por año, pero por ahora el K2 es “el gran sueño” por su complejidad y la gran inestabilidad climática que hace cambiar las condiciones de manera drástica de un momento a otro.