■ El próximo marzo comenzará el segundo festival en el campo, informa Fernanda Rivero
Buscan generar vínculos entre la ciudad y las comunidades rurales mediante el cine
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Incluirá proyección de cortos que resulten de un concurso y de los talleres que se impartirán. La imagen, durante la edición pasada
La joven cineasta Fernanda Rivero decidió que quería llevar cine a zonas rurales cuando vio la reacción de la gente durante la presentación de su documental Primero Dios en la comunidad tlaxcalteca donde lo filmó. “Todos estaban muy impresionados al ver la proyección. Ahí fue cuando dije: hay que hacer un festival”, contó en entrevista.
La segunda edición del Festival de Cine en el Campo se llevará a cabo en marzo y abril de 2009. Rivero, su directora general, explicó que las dos ideas básicas tras el proyecto son: la falta de cine en pantalla grande en las comunidades rurales, donde lo que llegan son las telenovelas, y, por otro lado, la falta de vinculación entre el campo y la ciudad.
Convocatoria abierta
El festival recorrerá nueve entidades, donde se proyectarán los cortometrajes seleccionados de un concurso organizado por el mismo festival (actualmente está abierta la convocatoria), además de cortos realizados en talleres en comunidades rurales.
“En México no se conoce el gran talento que hay en el campo”, dijo en conferencia de prensa Carmen Gómez Mont, directora del Centro de Investigación en Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (CINTIC), quien ha trabajado durante una década en comunidades indígenas y participa en la realización del festival.
María Rodríguez, directora general de Cinema Lido, afirmó: “Tenemos una visión bastante lejana o mediática del campo”.
Respecto de la falta de cine en pantalla grande, Rivero dijo: “En vez de que vean telenovelas, que son el mismo refrito de siempre, ¿por qué no contarles una historia que a la mejor les haga reflexionar acerca de su vida?”
Para dar herramientas a las comunidades para que cuenten sus historias, el festival llevará a cabo en marzo y abril talleres para niños y adultos sobre cómo hacer un cortometraje, en 15 comunidades rurales de las nueve entidades que incluye la gira. El agua será la idea central de los cortos que se realicen.
Después de los talleres se exhibirá en cada comunidad el corto que fue elaborado ahí, además de los siete seleccionados del concurso y uno sobre el agua (Cornea Films).
La gira recorrerá dos rutas (sur y bajío) y abarcará 45 pueblos y ciudades en estados como Michoacán, Querétaro, Oaxaca, Chiapas, Guanajuato, Puebla y Morelos.
Los cortos realizados en los talleres y los seleccionados en el concurso también se exhibirán en algunas capitales estatales y en el Distrito Federal, como parte del esfuerzo por “generar un vínculo de comunicación entre las ciudades y las comunidades”, dijo la directora del festival.
Los temas del concurso, que cerrará el 25 de enero, son el amor, la esperanza, la lealtad, la honestidad, la integridad y la libertad (bases y premios: www.cinecampofest.com).
En la edición pasada no hubo talleres, sólo concurso, cuyo tema fue el campo. Entre los que más le gustaron a la gente cuando los proyectaron en las comunidades, contó Rivero, estuvo Ni maiz (Oliver Meneses), acerca de un hombre que regresa a la milpa de su padre a tratar de convencerlo de sembrar mariguana.
En las plazas de los pueblos montan una pantalla inflable que mide unos 10 por 20 metros. “Es una cosa mágica: al aire libre, de noche, unos se sientan, o se quedan en sus bicis, o miran desde su carrito de papitas; es una cosa…”, contó, entusiasmada, Rivero.
“Es como Cinema Paradiso a la mexicana”, concluyó.
La productora Cornea Films, de la cual también es directora Rivero, realiza el festival, con la colaboración de varias instituciones y empresas, entre ellas el Instituto Mexicano de Cinematografía, Cinema Lido y el Unicef.