Usted está aquí: jueves 18 de diciembre de 2008 Sociedad y Justicia SEP: el bachillerato obligatorio podría quedar en letra muerta

■ Ahora se debe realizar una normativa para evitar ese riesgo, señala Miguel Székely

SEP: el bachillerato obligatorio podría quedar en letra muerta

■ Asegura que la aplicación será gradual, por lo que no hay fecha fija para alcanzar la meta

Laura Poy Solano

El subsecretario de Educación Media de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Miguel Székely Pardo, reconoció que la obligatoriedad del bachillerato en México “no tendrá la misma suerte que el prescolar, porque no existe una fecha determinada para garantizar la universalidad. Se aprobó que su aplicación será gradual”, por lo que reconoció que la reforma constitucional en la materia no modificó las metas de cobertura de este nivel educativo en la presente administración.

Luego de que el pasado 11 de diciembre la Cámara de Diputados aprobó reformas a los artículos 3 y 31 constitucionales para garantizar la cobertura universal del bachillerato en México, el funcionario solicitó la creación de una ley para este nivel educativo que permita “no sólo atender la demanda, sino garantizar la calidad, porque la universalidad se refiere a la tasa de cobertura, y creemos que es indispensable contar también con calidad”.

En entrevista, tras asistir a la firma de un acuerdo de colaboración entre la SEP y la Secretaría de Seguridad Pública federal, aseguró que se requerirían 65 mil millones de pesos para dar cobertura total a los jóvenes en edad de cursar este nivel educativo, por lo que reconoció que la meta de atención “se mantiene en lo previsto, es decir, 68 por ciento para 2012”.

Destacó que actualmente se atiende a 61 por ciento de los jóvenes que deberían estar en bachillerato, y agregó que de aprobarse una ley para este grado de escolaridad, “y si se dan los recursos necesarios, para 2018 podríamos alcanzar una tasa de cobertura superior a 85 por ciento”.

De acuerdo con cifras oficiales, actualmente se atiende a poco más de 61 por ciento de los egresados de secundaria, estimados en 1.7 millones de jóvenes, de los cuales cerca de un millón cursan su bachillerato en planteles federales que dependen de autoridades de la SEP. A lo que se suma un incremento en la demanda de al menos 800 mil alumnos adicionales para el periodo 2006-2012.

Székely Pardo afirmó que si bien existe un riesgo de que la obligatoriedad del bachillerato sea letra muerta y enfatizó que una alternativa para enfrentar ese reto es “emitir una ley de educación media superior que especifique claramente cómo se abordarán esa nuevas obligaciones, pues sin una normatividad puede quedar casi como un buen deseo, por lo que requerimos una reglamentación para aplicar esta reforma”.

Por ello, informó que se estableció un grupo de trabajo en coordinación con la Comisión de Educación y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados para la redacción de un proyecto de ley, mientras que en la SEP “desarrollamos una iniciativa de propuesta de ley que será consensada con los legisladores en el primer trimestre del año para que esta reforma se traduzca en presupuesto y obligaciones de cada uno de los actores”, y enfatizó que la meta es que la ley “también sea aprobada por esta legislatura”.

Interrogado sobre la aplicación de dicha reforma constitucional, el funcionario insistió en que “nosotros no hemos planteado esa meta, dado que fue iniciativa puramente legislativa. Nuestra meta es que en el año 2012 se llegue a una tasa de cobertura del 68 por ciento, ése es el compromiso de esa administración”, y agregó que en las modificaciones “no se establecen tiempos, simplemente dice que va a ser gradual; enfatizó que al no haber una definición única de lo que significa gradualidad, realmente no hay una fecha”.

 
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