■ Soldados dispararon indiscriminadamente; no había un retén en la carretera, dicen testigos
Condena internacional al asesinato del esposo de líder indígena colombiana
■ La UE, Naciones Unidas y el G-24 llaman al gobierno a realizar una investigación exhaustiva
Ampliar la imagen La dirigente del Consejo Regional Indígena del Cauca, Aída Quilcué (a la derecha), ayer en Popayán, Colombia, durante el funeral de su esposo, Edwin Legarda, ultimado por el ejército Foto: Reuters
Bogotá, 17 de diciembre. La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea y el G-24 condenaron hoy la muerte del esposo de la líder indígena Aída Quilcué, abatido por militares ayer en el departamento colombiano del Cauca, cuando fue atacado a tiros por soldados el vehículo de la dirigente social.
“Testigos y pobladores manifestaron que al momento de los hechos no existía un retén militar debidamente identificado sobre la carretera y que se realizaron disparos en forma indiscriminada”, por lo que repudiaron el asesinato de Edwin Legarda.
El Ministerio de Defensa colombiano afirmó que aún no hay “suficiente claridad sobre cómo ocurrieron los hechos”.
Uniformados dispararon contra el vehículo que conducía Legarda por no atender la orden de parar en un retén militar, denunciaron ayer organizaciones indígenas.
La muerte de Legarda ocurrió la madrugada del martes cuando el indígena, de 28 años, marido de Quilcué, máxima autoridad del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), se desplazaba por una carretera el municipio de Totoró (suroeste).
“Preocupa la información recogida por funcionarios de Naciones Unidas por medio de pobladores y representantes indígenas que manifestarían que, al momento de los hechos, no existía un retén militar debidamente identificado sobre la carretera”, señaló el organismo internacional junto con la UE y el G-24 en un comunicado.
Manifestaron su preocupación porque la situación “se enmarque dentro de los numerosos ataques contra la vida de indígenas”. Llamaron a las autoridades colombianas a investigar “de manera pronta y exhaustiva” el hecho, y confió en que “juzgarán y sancionarán a quienes resulten responsables”.
La muerte de Legarda ocurrió unas horas después que Quilcué regresó al país tras asistir en Ginebra (Suiza) al examen que presentó Colombia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Quilcué además lideró las protestas que miles de indígenas realizaron en Colombia entre octubre y noviembre para reclamar tierras y respeto a sus derechos, entre otras reivindicaciones, en la llamada Minga.
Paralelamente, se esfumaron las posibilidades del presidente, Álvaro Uribe, de aspirar a un tercer mandato consecutivo, por decisión del Congreso.
La plenaria de la Cámara de Representantes de Colombia aprobó el miércoles en segundo debate un proyecto de referendo que abre paso a la relección del presidente Álvaro Uribe a partir de 2014, pero no de 2010, como buscaban los promotores de la iniciativa.
El proyecto deberá ser discutido y aprobado en dos debates más en una comisión legislativa y por la plenaria del Senado. Adicionalmente, la Corte Constitucional deberá certificar la legalidad del proceso.