■ En México las plantas de Saltillo y Toluca estarán en “paro técnico” del 6 al 11 de enero
Suspenderá Chrysler toda su producción en Norteamérica a causa de la crisis
Detroit, 17 de diciembre. La automotriz estadunidense Chrysler LLC dijo el miércoles que suspenderá al menos un mes a partir de finales de esta semana todas sus operaciones de manufactura, a causa de la crisis financiera.
El cierre paralizará las plantas en Estados Unidos, Canadá y México que fabrican los vehículos para sus marcas Chrysler, Jeep y Dodge y donde laboran unos 46 mil trabajadores.
Chrysler de México dio a conocer que sus plantas productoras en el país entrarán en “paro técnico” del 6 al 11 de enero de 2009, como parte de la estrategia de la compañía para ajustar su producción a la demanda.
El vocero de la empresa en México, Manuel Duarte, informó que a través de un boletín interno, Chrysler anunció desde Estados Unidos que las fábricas ensambladoras de Saltillo y Toluca dejarán de laborar por vacaciones del 19 de diciembre al 5 de enero próximos.
Sin embargo, dicho periodo se ampliará con el paro técnico, por lo que será hasta el día 12 de enero cuando Chrysler de México reiniciará labores, aunque todavía se desconoce cómo se ajustará el pago de los trabajadores durante los días extras al periodo vacacional.
Agregó que las plantas de ensamble y estampados en Toluca y de camiones en Saltillo, que en conjunto tiene poco más de cuatro mil trabajadores, entrarán en un proceso de paro técnico hasta el 12 de enero, en tanto que las plantas de Estados Unidos extenderán su periodo hasta el 19 de enero.
Ayuda oficial en suspenso
El cierre temporal se da en momentos en que Chrysler y su rival General Motors buscan racionar su efectivo mientras el gobierno estadunidense resuelve si aprueba la ayuda que según las firmas necesitan para sobrevivir.
Chrysler, considerada la más débil de todas, hizo el anuncio de su planeado cierre en una carta enviada a los empleados, proveedores y al sindicato Trabajadores Automotores Unidos (UAW por su sigla en inglés) y que también publicó en su sitio de internet.
Chrysler explicó que su decisión de suspender la producción se basa en los reportes de sus agencias, según los cuales, hay muchos compradores deseosos de adquirir autos, pero incapaces de obtener financiamiento ante la falta de crédito en el mercado, por lo que estaban perdiendo entre 20 y 25 por ciento de esas potenciales ventas por la falta de financiamiento
“Como resultado de la crisis financiera, el mercado automotor sigue deprimido ante la persistente falta de créditos de consumo”, dijo la firma.
Por otro lado, Chrysler dijo que su brazo financiero podría verse obligado a dejar de dar los préstamos que utilizan los concesionarios para financiar sus inventarios, porque los operadores han retirado el dinero de un fondo que ayuda a financiar esos créditos.
Los más de 30 mil empleados de Chrysler en Estados Unidos representados por el UAW reciben casi todos los beneficios y salarios durante los cierres de plantas, pero los costos de mano de obra representan apenas cerca del 10 por ciento del costo total de un vehículo promedio.
Al suspender las operaciones en instalaciones, Chrysler y otras automotrices reducen costos.
Temen sacrificio de derechos
En Chicago, trabajadores de la industria automotriz temen que en el nuevo intento de obtener un préstamo gubernamental para el rescate de este sector se sacrifiquen derechos de la planta laboral.
David Solé, presidente del local 2334 de la Union United Automobile, Aerospace and Agricultural Implement Workers of America (UAW), dijo a Notimex que hay claras muestras de que se quiere actuar en contra de los trabajadores.
Aseguró que “Wall Street y una sección significativa de la clase dirigente estadunidense quieren destruir al sindicato de la industria automotriz y tratan de forzar a las tres corporaciones a la bancarrota”.
En esos procedimientos, agregó, la Corte podría permitir la abrogación de los contratos del UAW, los fondos de jubilación se podrían saquear y las pensiones descargar en un programa federal que cubre sólo un porcentaje de la pensión sin ventajas médicas.