■ Compromiso verbal de Alberto Cárdenas de cuidar las variedades locales ante transgénicos
Ofrece Sagarpa proteger el maíz criollo
■ Afirma estar dispuesto a un “debate de altura” sobre el tema; anuncia auge de la biotecnología
El secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Alberto Cárdenas Jiménez, se comprometió a proteger las diferentes variedades del maíz criollo pero destacó que en 2009 se dará un impulso a la biotecnología en el país.
Agregó que está dispuesto a sostener un debate “de altura, con los científicos”, en torno a la situación del maíz transgénico. “Estoy consciente de que es un tema muy candente, pero también creo en la biotecnología y México puede tener grandes posibilidades si usamos adecuadamente esa herramienta”.
El país está listo para usar la biotecnología, pues cuenta con la ley de bioseguridad de los organismos genéticamente modificados “Se ha creado un marco institucional y jurídico para regir esa actividad y lo queremos aplicar de la manera más transparente; es un tema que debe dar muchas satisfacciones al país, sobre todo en alimentos, ya que debe servir para abaratar los costos de producción y de consumo”.
Desde hace rato el mundo está en la era de la biotecnología y por eso México debe iniciar la construcción de laboratorios, construir nueva infraestructura y contratar más recursos humanos especializados para aplicar esta tecnología, afirmó.
Aseguró que el régimen especial de protección al maíz, que en breve será dado a conocer, fue elaborado por “los científicos más respetados y renombrados” del país. Insistió en que es el marco jurídico adecuado para actuar y tomar decisiones.
Sostuvo que todas las solicitudes que lleguen para experimentar con semillas de maíz transgénico estarán en la página de Internet de Sagarpa, y en ellas se deberá establecer el tipo de semillas OGM, en dónde, cuándo y el resultado de la productividad. “Si se cumple con todos los requisitos de la ley de bioseguridad se autorizará el inicio de los experimentos piloto y sus siguientes etapas. Para tener plantaciones comerciales de maíz transgénico pasarán tres años o más, siempre y cuando todo el procedimiento se cubra a la perfección. En este tema se mantendrá el rigor científico y legal, no vamos a ceder o a dejar de cumplir; estamos con el término de lograr el equilibrio entre conservación y desarrollo; entre el cuidado a los ecosistemas y la salud de la población”.
Con la experimentación del maíz transgénico “iremos poco a poco en algunas regiones y seremos cuidadosos; no será ninguna avalancha ni pondrá en riesgo el futuro del país”, acotó.