Astillero

Julio Hernández López
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■ Carta (electoral) de navidad

■ Encinas y las candidaturas

■ El Polo Peje y los “renos”

Alejandro Encinas depositó una contracarta navideña en el árbol electoral de 2009. Querido Santa –decía la misiva redactada por la versión partidista del también llamado Papá Noel–: si el año venidero los chuchos pretenden agandayarse las candidaturas a diputados federales, te pido que nos regales una ruptura redituable a quienes desde ahora nos preparamos para migrar con renos (denominación zoológica de los perredistas “renovadores”) rumbo al reino del Polo Peje. Simpático y bonachón, el clon de Clos dijo que el rompimiento anunciado se dará si hay una mala selección o imposición de esos aspirantes.

La sinceridad navideña está acompañada de villancicos y pastorelas que muestran mensajes muy claros. El nacido en Belén (un pueblecito de Tabajco) mantendrá sobre los diablos chuchos la presión del frente bipartidista que, llámese finalmente Amplio Progresista, o como el IFE tenga a bien, será una vía alterna de postulación de candidatos, a reserva de que el PRD tocado por los demonios colaboracionistas los acepte o los deseche, siempre con el propio Niño Andrés y Alejandro Clos con un pie en el partido en jaque y con otro en el movimiento social y sus cauces electorales trabajosos y convergentes.

Claro está que en el peregrinar partidista siempre quedará como opción feliz la de negociar exitosamente un reparto del pastel de las candidaturas y que el cierre de temporada acabe con paz en la tierra de las corrientes perredistas, aunque no sea con muy buena voluntad. Candidaturas es el nombre, y electoral el juego. Así que nadie se llame a engaño si permite que los escarceos de cúpulas acaben siendo fuegos artificiales. Tiempo es de enterarse de que en política no existe Santa Claus y que en un proceso de definiciones de un movimiento de resistencia social sólo la participación y la exigencia podrán empujar las opciones electorales que realmente respondan a sus exigencias pues, de otra manera, como otras veces, los dueños de los arbolitos de navidad y de las botas por llenar seguirán haciéndose abundantes regalos a ellos mismos.

Astillas

La plaza central de la capital de Veracruz se ha llamado Sebastián Lerdo de Tejada pero ahora, conforme a los vientos regresivos que soplan en varias partes del país, y no solamente en ámbitos gobernados por el PAN, se busca cambiarle de nombre para que honre a San Rafael Guízar y Valencia, nacido en Cotija, Michoacán, en 1878 y quinto obispo de Veracruz, quien durante la guerra cristera luchó (según la página oficial del mencionado santo) contra “los embates del demonio que quería arrancarle las almas que había ganado para Dios”. Contra la pretensión de quitar el nombre de Lerdo de Tejada, quien fue presidente de la República y constituyente de 1857, y convertirla en Plaza Guízar y Valencia, se han levantado firmas de ciudadanos que serán entregadas hoy al presidente municipal de Xalapa, David Velasco Chedraui, en demanda de que tanto él como el cabildo que encabeza se pronuncien en contra de la pretensión confesional... A Edmundo Sánchez Tagle se le ocurre lo siguiente: “de hoy en adelante, los políticos van a tener que exigir que los periodistas que los entrevisten vayan descalzos, y los guaruras los van a registrar previamente, para cerciorarse de que no lleven zapatos escondidos en las bolsas de sus sacos. Ahora se podrá ver que un amigo le pregunte a un periodista, al ver que se descalza: ¿qué, vas a orar a un templo musulmán?, y el periodista responderá: No. Voy a una conferencia de prensa”... José Luis de la Vega informa que “como cada año, en Querétaro se organiza la feria ganadera, pero este pasado noviembre comenzó a circular el rumor de que habría un atentado con bomba para los meros días de la feria, lo que es mencionado como una causa posible del poco éxito que este año tuvo dicho evento”. Por ello, “en un país donde nunca se dice la verdad, todos tenemos derecho a lanzar una especulación, y yo creo que existe una amenaza y ésta es la que trata de justificar, de una u otra manera, la presencia del Ejército en las calles. Sí hay alguien que se beneficia de que vivamos con miedo, y ese alguien no es precisamente el narcotráfico”… Vicente Reyes hace una propuesta para combatir la inseguridad pública que tendría costos muy moderados (tal vez lo más caro sería el pago de algunos camiones de mudanzas): “que a nivel nacional se identifiquen las zonas de mayor peligro para vivir, sea por la delincuencia o por la orografía, y que nuestros gobernantes –sin importar el nivel– se vayan a vivir allí, donde inscribirán a sus hijos en las escuelas de las zonas y harán su vida cotidiana, como ir a hacer el mercado o realizar las compras imprevistas del día y acudir a la clínica pública que les corresponda en caso de requerir servicio médico”… Desde León, Guanajuato, Beatriz Mercedes Fuentes se declara en favor de desarrollar “una campaña contra Televisa y Televisión Azteca, pues el poder que tienen se los hemos dado nosotros cada vez que encendemos el televisor y los sintonizamos. Si los dejamos entrar en nuestras casas, y abusan y siguen abusando, con mentiras y campañas en contra de nuestro saber y sentir, entonces debemos tomar el control en nuestras manos y no ver su programación. ¡Ya basta de admitir basura televisiva en nuestras casas! ¡Si no modifican sus directrices, y cesan sus manipulaciones, no los queremos más!”… Triste papel de la SEP viuda al servir de foro para que el desgastado secretario federal de seguridad se echara un rollo demagógico de pretensiones revitalizantes… Y, mientras el gobierno federal habilita un provisional chivito expiatorio en el caso del jet que cayó en la ciudad de México, ¡hasta mañana, en esta columna que tiembla al ver a la titular yunquista del instituto mexicano de migración y al embajador coronario de Estados Unidos inaugurar laboratorios verificadores de documentos migratorios como parte de la troyana Iniciativa Mérida!