■ Propondrá un sistema que dé información puntual respecto a grasas, azúcar y sal
Inútiles, etiquetas sobre contenido de los alimentos procesados: Ssa
■ Se tomará como ejemplo el “termómetro” usado en Francia para prevenir la obesidad
■ 30% de niños mexicanos menores de 10 años, con exceso de peso; entre jóvenes crece la tendencia a engordar: Córdova
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El titular de la Ssa, José Ángel Córdova Villalobos, durante el arranque del programa Mapas de conversación en diabetes, por medio del cual se dará a afectados información detallada sobre la enfermedad para que tomen medidas y prevengan complicaciones. Lo acompaña su esposa, María Gabriela Gallardo
Foto: Jesús Villaseca
La información contenida en las etiquetas de alimentos procesados “no sirve para nada; nadie puede interpretarla”, afirmó el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova Villalobos.
Anunció que en breve la dependencia a su cargo presentará una propuesta a la industria del ramo, en particular la de los productos que tienen alto nivel de calorías y bajo contenido nutricional, para que adopten un sistema que transmita información puntual a los usuarios sobre la cantidad de grasas, azúcar y sal que contienen.
Explicó que se tomará como ejemplo el modelo implantado en Francia, el cual ha dado excelentes resultados en la estrategia para abatir el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades asociadas, principalmente la diabetes. Dijo que en aquel país opera un sistema de “termómetro” que advierte al consumidor sobre el contenido de los productos. “Mientras el medidor esté más cerca de la ‘fiebre’ es más peligroso, y si está más ‘frío’ disminuye” el riesgo de consumir algo que perjudique la salud.
Programa para diabéticos
Ayer, el funcionario puso en marcha el programa interactivo Mapas de conversación en diabetes, con el cual los pacientes afectados por esa enfermedad tendrán acceso a información detallada sobre el mal para tomar las precauciones necesarias y prevenir complicaciones. Explicó que con la difusión de la estrategia se busca reducir la mortalidad por esa alteración metabólica y empezar a disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad existente en el país.
Mencionó que 30 por ciento de los niños menores de 10 años tienen exceso de peso. En este grupo, la meta es revertir el problema con acciones como el etiquetado de los alimentos y el código de autorregulación de publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas al público infantil (PABI), que empezará a funcionar en enero de 2009.
Con los adolescentes, y en particular con los 5.9 millones con sobrepeso y obesidad, el objetivo es estabilizar la tendencia. En los pasados siete años se ha registrado un aumento anual de 4 por ciento en la cantidad de jóvenes en esa condición. Con los adultos, el objetivo es empezar a reducir este problema, que afecta a 70 por ciento de la población.
Al suscribir el código PABI, las empresas de alimentos y bebidas no alcohólicas se comprometieron a modificar la publicidad de sus productos dirigida a los niños, con el propósito de evitar engaños y un consumo desproporcionado. De acuerdo con información de la Ssa, 40 por ciento de los anuncios de televisión fomentan la ingesta de productos que propician la obesidad y más de la mitad no serían recomendables como parte de una dieta saludable.
Respecto al etiquetado de los alimentos, Córdova Villalobos explicó que no se trata de prohibir nada, sino de que cada persona, conociendo el contenido de los elementos que son dañinos para la salud (azúcar, sal y grasas saturadas) pueda tomar decisiones para equilibrar su dieta y ser cada vez más consciente de la necesidad de modificar su estilo de vida.
Dijo que en Francia se logró un consenso con todas las empresas para mejorar la información que se transmite a los consumidores. En México ha habido resistencias, en particular a métodos como el del “semáforo” que se utiliza en Inglaterra, y por el cual los alimentos se clasifican por los colores verde, ámbar y rojo, siendo este último el de mayor riesgo para la salud.