■ Firman sindicato y empresas del sector acuerdo para mejorar la competividad
Buscan azucareros que ingenios participen en producción de bioenergéticos y electricidad
■ Trabajadores del ramo recibirán capacitación seria y ayuda en caso de adicciones, afirma líder gremial
Frente a la apertura total de México al libre mercado del azúcar, se firmó un acuerdo para mejorar la competitividad del sector en el que se contemplan mayores inversiones para que los ingenios ya no se dediquen exclusivamente a la producción primaria, sino que también participen de lleno en la producción de subproductos, de bioenergéticos, y en la cogeneración eléctrica.
También se trata de cambiar la mentalidad de que los trabajadores laboran cinco meses para sobrevivir un año, por lo que se les dará capacitación “seria y con reconocimiento oficial” y se crearán programas en beneficio de su calidad de vida, como el de apoyo a los que tienen adicciones al alcohol o las drogas.
Sobre este punto se acordó que a los trabajadores que tengan problemas de adicción se les pagarán tratamientos en clínicas especializadas, mientras que a la familia se le entregará 60 por ciento de su sueldo; en casos de recaída se les enviará al hospital, pero sin apoyo económico, y si vuelven en el tema se les despedirá.
Adrián Sánchez Vargas, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana (STIARM), planteó lo anterior en entrevista y sostuvo que el convenio firmado compromete a la industria a comenzar a invertir para tener tecnología de punta en los ingenios y hacerlos más competitivos, mientras que el sindicato aceptó “responsablemente entrar a los temas de multihabilidad y multifuncionabilidad de los trabajadores”, para que estos cubran diversas labores.
Los ingenios son una opción viable para suministrar energía eléctrica a las comunidades donde se encuentren situados, y de esta manera se puedan capitalizar más, apuntó.
En entrevista hizo ver que tanto las empresas como el sindicato aceptaron los compromisos y se pidió a cambio que los trabajadores tengan opción a mejores salarios mediante la capacitación, la cual se les dará en forma seria y con reconocimiento profesional de parte de las secretarías de Educación y del Trabajo, así como de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para que “sean más eficientes y productivos”.
Otros compromisos de los trabajadores son disminuir los consumos de combustóleo y de agua y bajar las “pérdidas indeterminadas”, comentó Sánchez Vargas y dijo que en este momento no hay problema de desempleo, pero “si hay preocupación e incertidumbre” por el entorno internacional y de la economía interna, y también porque por problemas financieros todavía algunos ingenios no han podido pagar la caña que los productores les entregaron el año pasado y eso hace que se nieguen a entregar su producción para la actual zafra.
También expuso que México trae un problema de origen en el sector azucarero porque no se preparó para la apertura y ahora que tiene encima la liberalización del mercado, e incluso que varios países de Centroamérica lo han rebasado en la producción de bioenergéticos y subproductos mediante el azúcar, lo está haciendo.
Indicó que el programa firmado está muy bien en el papel pero si se llega a cumplir será muy importante para el sector, aunque lo fundamental es que tanto los gobiernos federal y estatales, los empresarios del ramo y el sindicato “cumplan con su parte”, particularmente los inversionistas que se comprometieron a inyectarle dinero al sector para que cuente con la tecnología adecuada y sea más eficiente.