■ Ottawa y Ontario ofrecieron 2,700 mdd a las “tres grandes”
Revisa Washington cuentas de automotrices para dar créditos
■ Prevé Volkswagen desplome de ventas de entre 20 y 25 por ciento
Washington, 13 de diciembre. Funcionarios del gobierno de Estados Unidos comenzaron este sábado a examinar los libros de cuentas de las automotrices para calcular los créditos de emergencia necesarios.
Funcionarios recopilan información financiera de fabricantes de automóviles para evaluar su liquidez, dijo Tony Fratto, un vocero de Bush.
“Nos concentraremos en políticas correctas, mientras consideramos los intereses de los contribuyentes y de nuestra economía y nos tomaremos el tiempo que tenemos disponible para hacer eso bien”, dijo Fratto. “No se ha tomado ninguna decisión”, agregó.
El gobierno estadunidense entró en la disputa automotriz el viernes, diciendo que consideraría utilizar un fondo de 700 mil millones de dólares otorgado para rescatar a los bancos de Wall Street, luego de que el Congreso rechazó un plan de rescate para los automóviles.
En tanto, los gobiernos de Ottawa y de la provincia de Ontario ofrecieron este sábado a las filiales canadienses de GM, Chrysler y Ford 2 mil 700 millones de dólares en un plan de rescate, como complemento al de Estados Unidos.
El ministro de Industria de Canadá, Tony Clement, afirmó que “ayuda de urgencia” anunciada es para que los “tres grandes” del automóvil mantengan sus operaciones, pero está condicionada a que primero Estados Unidos haga efectivo su plan de rescate.
La industria canadiense del automóvil representa alrededor de 20 por ciento de la estadunidense, y la ayuda de Ottawa y Ontario corresponde aproximadamente a ese porcentaje del monto previsto por el gobierno de George W. Bush.
GM, Chrysler y Ford piden a Canadá unos 5 mil 500 millones de dólares, el doble de la suma que Ottawa y Ontario acordaron.
Ejecutivos de automotrices han dicho que General Motors y Chrysler necesitan ayuda urgente para evitar la bancarrota. Ford Motor está en una situación financiera levemente mejor pero dice que necesita una gran línea de crédito.
La bancarrota de uno de los “tres grandes” de Detroit sería un gran golpe para la economía, que ya se encuentra en recesión.
Por su parte, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, afirmó que la crisis en el sector automotriz producirá un drástico retroceso en las ventas de vehículos de entre 20 y 25 por ciento.
Fabricantes europeos advirtieron sobre un sombrío 2009, al crecer las señales de la profunda crisis que afronta el sector.