■ Max Stern designó herederas a dos universidades de Montreal y una de Jerusalén
Restituyen a sus legítimas propietarias dos lienzos heredados por comerciante de arte
■ Se trata de óleos del holandés Jan Welles de Cock y del alemán Franz Xaver Winterhalter
Ampliar la imagen Fragmento de Muchacha de las montañas Sabine, óleo de Franz Xaver Winterhalter Foto: Ap
Dos lienzos que los nazis obligaron a rematar a un vendedor judío de obras de arte en la década de los 30 fueron recuperados y devueltos a las instituciones legalmente poseedoras de sus derechos, quienes anunciaron que buscarán recuperar cientos de cuadros más.
Las obras en cuestión pertenecieron al comerciante alemán Max Stern, quien durante el régimen de Adolf Hitler fue forzado a vender la totalidad de los cuadros de su galería. En 1937 huyó a Inglaterra y unos años después se estableció en Montreal, Canadá, donde volvió a ejercer su oficio de corredor de arte al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades alemanas anunciaron que los cuadros recuperados son Vuelo desde Egipto, del pintor holandés Jan Wellens de Cock –que alguna vez formó parte de la colección particular del ex canciller federal alemán Konrad Adenauer–, y Muchacha de las montañas Sabine, del alemán Franz Xaver Winterhalter.
Precedente judicial en EU
Max Stern murió en 1987 sin tener hijos, por lo que designó herederas de su patrimonio a las universidades McGill y Concordia, en Montreal, y a la Universidad Hebrea de Jerusalén, las cuales crearon la Sucesión Max Stern, organización encargada de difundir las pinturas atesoradas por el comerciante.
Ahora esa instancia buscará recuperar las más de 400 obras que eran propiedad de Stern y que de acuerdo con investigaciones recientes podrían estar desperdigadas en museos, empresas y colecciones privadas de Holanda, Alemania y Austria, anunció la portavoz Clarence Epstein.
Las más importantes casas de subastas, como Christie’s y So-theby’s, han colaborado en esta tarea, al revisar sus almacenes para cerciorarse del origen de las pinturas, e inclusive al mediar con los dueños actuales de las mismas, como en el caso del lienzo realizado por De Cock, que estaba en posesión de la baronesa alemana Maria-Louise Bissonette.
El descubrimiento de estas obras y la forma legal en que fueron restituidas a sus dueños podría sentar un precedente en este tipo de litigios en Estados Unidos, ya que se comprobó que obligar a un comerciante a rematar sus cuadros equivale a robárselos de forma directa, comentaron especialistas.
“La corte de Estados Unidos ha dictaminado de manera definitiva que ordenarle a Stern que vendiera la pintura fue lo mismo que confiscársela o robársela”, manifestó el abogado Thomas Kline, representante de la Sucesión Max Stern.
Hasta hace unos años, sólo 25 piezas de Stern habían sido identificadas en varias colecciones públicas y particulares, pero investigaciones recientes efectuadas por académicos del Instituto Holandés de Historia de Arte han ubicado el destino de 42 más, que estarían en Europa y Estados Unidos.
Entre esas obras pictóricas figuran Los maestros del Gremio Goldsmith en Amsterdam en 1701, de Juriaen Pool II; Alegoría de la tierra y el agua, de Jan Brueghel I, y Saint Paul, de Lucas van Leyden.