Usted está aquí: jueves 11 de diciembre de 2008 Sociedad y Justicia Zonas de recarga acuífera de la ciudad deben ser “áreas naturales protegidas”

■ Expertos de la UAM alertan sobre consecuencias de la sobrexplotación

Zonas de recarga acuífera de la ciudad deben ser “áreas naturales protegidas”

Emir Olivares Alonso

Las zonas de recarga acuífera de la cuenca de México deben ser declaradas áreas naturales protegidas para frenar su sobrexplotación y urbanización, advirtieron investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante la presentación de una investigación sobre el agua en el valle de México, los universitarios señalaron que la sobrexplotación del recurso natural ha generado en la cuenca “estrés hídrico”, lo que provoca agrietamiento de la capa protectora de los acuíferos, descenso en los niveles de los pozos, hundimiento de 40 centímetros anuales en la superficie de la zona sur-oriente de la capital, y de 10 en la norte, así como la reaparición del lago de Chalco.

Elaine Burns Stock, coordinadora del Centro para la Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa de la UAM, indicó que para resolver el problema de “ingobernabilidad” referente a las políticas de agua que se vive en la ciudad, se debe renovar y reglamentar la veda decretada en 1954, así como restaurar el ciclo hidrológico de la cuenca, de la cual actualmente se extraen 40 metros cúbicos por segundo, debido a la sobrepoblación y el mal uso del líquido.

Durante la presentación de resultados previos del estudio Aprovechamiento de los servicios hidrológicos como estrategia para aumentar la competitividad de la zona metropolitana de la cuenca de México, los académicos señalaron que una forma de corregir la problemática es el impulso de obras que almacenen el agua de lluvia al sur de la ciudad, con la recuperación y extensión de las chinampas, así como evitar los gastos y riesgos asociados con el traslado de agua de lluvia hasta los túneles y canales del norte.

Burns Stock refirió que se ha detectado permisividad a la urbanización y entrega de concesiones que han llegado a la ingobernabilidad, por lo que la sociedad podría “colapsarse” ante la inseguridad y escasez del líquido. Además –dijo–, se pierden alrededor de 37 metros cúbicos por segundo debido a las fugas.

De acuerdo con los resultados de la investigación, la política actual de gestión en la cuenca de México implica la exportación de 52 metros cúbicos por segundo de aguas pluviales y residuales, principalmente a Tula, Hidalgo, lo que ha ocasionado severos problemas en el area metropolitana.

Por su parte, el académico Miguel Pulido indicó que la sociedad, “en especial las autoridades –federales y locales–, se comportan como si existiera mucho más agua de la que en verdad hay”.

Dijo que las autoridades son omisas en su obligación de contar con información actualizada sobre la realidad de las cuencas en el país, y que los registros “son un desorden” y no tienen articulación adecuada con otras dependencias para la planeación del crecimiento de las ciudades.

Ante esta perspectiva, proponen varias soluciones, como la modificación de la veda, dejar de exportar el recurso natural, emprender un trabajo sobre retención de agua pluvial, creación de una franja verde en la periferia de la zona metropolitana que realizaría un riego intensivo con aguas tratadas a fin de recargar el acuífero.

 
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