■ El pretexto ahora es la negativa a recibir “apoyos” del gobierno
Amenazas y agresiones a bases del EZLN en los Altos
La junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, en la zona Altos, Chiapas, denunció amenazas y agresiones contra bases de apoyo del EZLN en el ejido Las Maravillas, municipio autónomo 16 de Febrero, por no recibir los “apoyos” gubernamentales que dividen a los pueblos.
La JBG destaca que el problema en dicha comunidad (municipio oficial de Simojovel) se derivó de la construcción de “una casa para la reunión de las mujeres que reciben programas del gobierno, como Oportunidades y becas para sus hijos”. Debido a que los autónomos se encuentran en resistencia no aceptan los apoyos, pero las autoridades pretenden obligarlos a participar en dicha edificación.
A principios de noviembre el juez suplente del consejo autónomo, poblador de Las Maravillas, acudió al caracol de Oventic y declaró a la JBG que, al no estar de acuerdo con dichas obras, las bases zapatistas no tienen esa obligación. También expresó que manifestaron su inconformidad a las autoridades oficiales y que éstas respondieron “que tienen que cooperar a la fuerza, porque es el acuerdo de la comunidad”; les dieron un plazo de 24 horas para decidir, y fueron amenazados si no lo hacen.
El primero de noviembre pasado la JBG y el consejo autónomo enviaron una carta al ejido Las Maravillas, en la cual explicaban que los zapatistas están de acuerdo “cuando una colonia o ejido hace su reglamento que beneficia a la comunidad, como la prohibición total de bebidas alcohólicas y la siembra y venta de mariguana, así como los asaltos y robos”, pero no cuando “lo perjudica”.
Argumentaron que si una obra no es para todas las personas, hay razones para que sólo trabajen los beneficiados por ella. Los zapatistas decían en aquella misiva: “nos preocupa y no vemos correcto cuando nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo zapatistas son obligados a cooperar y trabajar en una obra como esa”, una “sala de plática” destinada a quienes reciben los apoyos.
“Como es sabido nacional e internacionalmente”, los zapatistas en resistencia no reciben ningún apoyo federal, estatal ni municipal. “Estamos en lucha por democracia, libertad y justicia para todos, y ningún zapatista puede ser obligado a recibir apoyo del mal gobierno” ni a realizar trabajos en beneficio de algunos, “porque esa actitud es injusta e inhumana”, si bien “tampoco estamos en contra de los que reciben apoyos”.
Si los trabajos son para el bien común, como mantenimiento del agua, terracería, escuela o electricidad, todos “tienen la obligación de trabajar”. Lo único que exigen las autoridades autónomas es “respeto” a las bases zapatistas.
Los representantes ejidales de Las Maravillas, al recibir la carta de JBG, “no le tomaron importancia”, y su única respuesta fue la detención de tres zapatistas por la policía de la comunidad el 21 de noviembre, cuando Manuel Díaz Gutiérrez, José Ramírez Sánchez y Juan Hurtado Teratol fueron encarcelados “por el único delito” de no dar la cooperación de 50 pesos ni trabajar en la construcción de dicha casa. Al ser liberados les dijeron que la carta de la JBG “no vale nada”, recibieron amenazas de muerte “y si alguien los apoya también lo van a matar”.
La JBG y el consejo advierten: “Es nuestro deber denunciar todo tipo de injusticias, amenazas y violaciones a los derechos humanos” de cualquier persona, “sin importar la organización a que pertenezca”. Por ello, añade, “condenamos enérgicamente las actitudes violentas e irrazonables de las autoridades de esa comunidad”. Los hechos demuestran “que los programas del mal gobierno, dizque apoyo para los más necesitados”, sirven para dividir y confundir a la gente, en “una estrategia de guerra” contra los pueblos indígenas.
Las autoridades zapatistas preguntan: “¿Con qué derecho las personas afiliadas a los partidos políticos amenazan de muerte a nuestros compañeros por el simple hecho de pertenecer a una organización y no a un partido que divide, confunde y provoca enfrentamientos entre hermanos de la misma comunidad? Se ve claramente que los partidos son los que provocan divisiones y enfrentamientos”, concluye la denuncia.