■ La causa: obras viales por doquier, así como falta de información, señalizaciones y apoyo
Martirio para automovilistas y peatones, circular por la ciudad
■ Los trabajos emprendidos este año, para evitar que el DF se paralizara: Jorge Arganis
■ Han provocado el cierre de negocios, dice Canaco
■ Vecinos deben sortear hoyos y cerros de tierra
Ampliar la imagen Sustitución del asfalto por concreto hidráulico en el Circuito Interior. Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen Obras en avenida Revolución. Foto: Cristina Rodríguez
Ampliar la imagen Construcción de un puente en Río Churubusco y avenida México-Coyoacán Foto: Cristina Rodríguez
Circular en la ciudad de México se ha convertido en un martirio para automovilistas y transeúntes, quienes desde hace algunos meses han duplicado o triplicado su tiempo normal de recorrido. La causa: la existencia de 56 frentes de obras en los cuatro puntos cardinales, para mejorar vialidades como Circuito Interior, Anillo Periférico, Constituyentes, Eje Troncal Metropolitano, Paseo de la Reforma, Viaducto, Insurgentes y División del Norte; así como poner en operación otra línea de Metrobús en el Eje 4 Sur, y el Metro en Tláhuac.
La falta de información, señalización y apoyo de los cuerpos de seguridad ha derivado en “grandes nudos viales” en esas vías y las zonas aledañas en las horas de máxima demanda, es decir, de las 7:00 a las 9:00 horas y de las 18:00 a las 21:00, provocando en varios de los casos circulación en sentido contrario en busca de “alternativas” viales, así como pérdidas de horas-hombre millonarias. Sin embargo, este caos urbano aún no ha repercutido en un incremento de contaminantes, según la Secretaría de Medio Ambiente.
Asimismo, infinidad de negocios de diversos giros registran pérdidas cuantiosas que han obligado a sus propietarios a cerrar algunos días de la semana o antes del horario habitual, ante la falta de clientes. En Constituyentes, por ejemplo, “tres de 14 comercios bajaron las cortinas”, informó el presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México (Canaco), Lorenzo Ysasi Martínez.
“Las obras serán buenas cuando las terminen, pero debieron hacerlas por partes, no de un jalón, pues muchas colonias populares han quedado encerradas y no vemos para cuándo terminarán. Y si cuando eso suceda todavía tendremos empleo o negocio que atender”, señalaron algunos encargados o dueños de dichos negocios.
Mientras, vecinos de las colonias Valle Gómez, Mártires de Río Blanco, Malinche, Bondojito, Ampliación Casas Alemán, Simón Bolívar y 20 de Noviembre comentan los riesgos que enfrentan diariamente al abordar o descender de las unidades del transporte colectivo en carriles centrales del Circuito Interior, y “sortear” montones de asfalto levantado, agujeros e hilos colocados para determinar el nivel en que se colocará el concreto hidráulico. La misma situación se vive en los 10 distintos frentes de obra abiertos a lo largo de 43 kilómetros.
Cuatro décadas sin obras relevantes: autoridades
Con excepción de los segundos pisos, la ciudad tenía cuatro décadas sin obras viales relevantes, por lo que estaba en riesgo de una “parálisis”, ante la incorporación anual de 200 mil vehículos a la circulación y el traslado de 5 millones de personas diariamente al Distrito Federal de los estados de México, Morelos e Hidalgo, quienes requieren de transporte o vías para trasladarse, las cuales “ya estaban rebasadas, al igual que los accesos a la ciudad, obligándonos a actuar”.
El secretario de Obras y Servicios, Jorge Arganis Díaz Leal, explicó en entrevista que un programa tan intenso de reordenamiento, mejoramiento y conclusión de vialidades no se llevaba a cabo desde la década de los 70 y era urgente hacerlo, al detectarse 250 puntos conflictivos “imposibles de atender con semáforos o adecuaciones geométricas, además del desorden que existe en la prestación del servicio de transporte concesionado.
Así que se determinó emprender obras en Periférico, Circuito Interior, Constituyentes y varios ejes viales, además de crear nuevas vías, como el Eje Troncal Metropolitano, que conectará Ciudad Azteca con Xochimilco en 35 minutos, casi una cuarta parte del tiempo que hoy se utiliza y redistribuyendo los flujos vehiculares que atraviesan la ciudad, por Insurgentes, Tlalpan y hasta Periférico.
Su concreción, reconoció, ha causado problemas de movilidad y “cientos de recordatarios familiares no sólo a mi persona, sino a los propios trabajadores, que sólo cumplen con su tarea, pero teníamos que hacerlo y lo estamos haciendo, antes de que la capital se paralizara, pues el Metro dejó de ser el principal medio de transportación desde hace 10 años, que dejó de construirse, y dio paso a los microbuses y autobuses, cuyo servicio es malo”.
La incorporación del Metrobús en Insurgentes durante la administración anterior fue un éxito. No sólo retiró de circulación a más de 300 unidades del servicio de transporte, sino que mejoró el transporte público y obligó a las autoridades capitalinas a impulsarlo en otras vialidades como el Eje 4 Sur, cuyas adecuaciones entrarán en operación en diciembre próximo, y enlazarlo con la construcción de la línea 12 del Metro, cuyas obras ya iniciaron, pero “si no mejoramos las vialidades, no vamos a incrementar la velocidad ni acabaremos con los tapones viales existentes, y que tendían a incrementarse”, señaló.