■ Más de 30 heridos en enfrentamientos con las fuerzas del orden en seis ciudades griegas
Disturbios en Atenas tras la muerte de un joven por disparos de la policía
■ Rechaza el premier Caramanlis la renuncia del ministro del Interior por los incidentes violentos
Ampliar la imagen Jóvenes incendiaron tiendas, bancos y supermercados de la avenida Alexandras, en Atenas, y apedrearon a la policía que los dispersó con gas lacrimógeno. El saldo ayer en la capital griega fue de más de 20 heridos Foto: Reuters
Atenas, 7 de diciembre. Al menos 34 personas resultaron heridas a causa de los enfrentamientos entre policías y grupos de jóvenes en diversas ciudades griegas, luego que un agente de seguridad mató la noche del sábado a un muchacho de 15 años, en los peores disturbios que han ocurrido en el país europeo desde hace más de dos décadas.
En Atenas, Tesalónica, Heraclión, Patras, Ioannina y Komotini, cientos de personas incendiaron bancos, comercios y autos; chocaron con las fuerzas del orden y levantaron barricadas en las calles, como protesta por el asesinato de Andreas Grigoropulos, a manos de un policía.
El detonante fue la muerte de un adolescente anoche en esta capital. El agente Epaminondas Korkoneas disparó a bocajarro contra el joven, quien junto con otras 30 personas arrojó objetos contra una patrulla. Korkoneas y su compañero Vassilis Saraliotis ya fueron detenidos y la justicia los ha señalado como presuntos culpables por el delito de “homicidio voluntario.”
La muerte de Grigoropulos tuvo lugar en el barrio de Exarchia, lleno de bares, librerías y cafés, uno de los más politizados del país y considerado como el centro de acción de varios grupos estudiantiles izquierdistas.
Las protestas dejaron tres policías y más de 20 manifestantes heridos en la capital, y fueron dispersados con gas lacrimógeno, luego de dejar en llamas diversas tiendas, bancos y supermercados de la céntrica avenida de Alexandras.
De acuerdo con la agencia de noticias Dpa, más de cuatro mil personas se congregaron de manera pacífica frente a un cuartel de policía para repudiar lo ocurrido, pero rápidamente la situación degeneró en violencia.
Para evitar ser capturados por la policía, cientos de jóvenes se atrincheraron en la Escuela Politécnica y otros centros escolares, desde donde enfrentaron a los agentes lanzando bombas molotov y otros objetos de madera y metal.
A raíz de los disturbios, el ministro del Interior Prokopis Pavlopoulos presentó su renuncia al derechista primer ministro Costas Caramanlis, pero éste la rechazó, luego de haber sufrido ya tres bajas en su gabinete por escándalos en el presente año.
Una vez ratificado en su puesto, Pavlopoulos manifestó su dolor por el “incidente aislado” en el que murió el joven, y aunque aseveró que el enojo de la gente es natural, advirtió que los manifestantes no deben cometer “actos extremos.”
“Todos tienen derecho a protestar, pero no destruyendo la propiedad ni atacando a gente inocente. Ninguna furia, ni la justificada, debe llevar a protestas como las que vimos ayer. Tales acciones están contra los derechos humanos”, subrayó el funcionario.
El asesinato de Grigoropulos recuerda el cometido en 1985 contra otro muchacho de 15 años llamado Michalis Kaltézas, que también fue abatido por disparos de la policía, lo que generó casi dos años de enfrentamientos entre jóvenes anarquistas y las fuerzas del orden.
Antes de la muerte del adolescente, el clima político en Grecia ya era bastante tenso, y en las semanas recientes se había producido una ola de protestas antigubernamentales para señalar la gravedad de la situación en un país donde una de cada cinco personas vive por debajo de la línea de pobreza.
De hecho, el próximo miércoles está programada una huelga de 24 horas para repudiar las privatizaciones de organismos estatales, la reforma al sistema de pensiones y el costo de la vida, en un panorama cada vez más afectado por la crisis económica mundial.