■ Premio Nobel descarta que el sector sobreviva a largo plazo
Condiciona Obama apoyo a la industria automotriz de EU
Ampliar la imagen Barack Obama exige una restructuración completa de las gigantes automotrices. En la imagen, auto con nieve en Chicago Foto: Reuters
Washington, 7 de diciembre. El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró que las perspectivas de la economía de su país “irán a peor antes que mejorar”, y que a la atribulada industria automotriz estadunidense no se le podía permitir derrumbarse, aunque cualquier rescate requeriría de una completa restructuración. En tanto, legisladores estadunidenses se acercaron este domingo a definir un acuerdo para una ayuda multimillonaria destinada a la industria automotriz.
El premio Nobel de economía 2008, Paul Krugman, opinó que dudaba que el sector automotor de Estados Unidos sobreviva en el largo plazo, pero que vale la pena apoyarlo en el corto plazo. Krugman precisó que las atribuladas gigantes automotrices, GM, Ford y Chrysler eran afectadas por tendencias de largo plazo y también por la actual crisis financiera.
Mientras, legisladores estadunidenses se acercaron en la noche de este domingo a definir un acuerdo para una ayuda multimillonaria destinada a la industria automotriz.
El plan de emergencia podría votarse los próximos días en el Congreso por unos 15 mil millones de dólares para los constructores General Motors y Chrysler. Ford aguardará un poco más.
Menos arrinconado que sus dos competidores, el segundo constructor estadunidense reclama una línea de crédito de 9 mil millones que espera no tener que utilizar.
“Hablamos de 15 mil millones de dólares para salvar 2 millones de empleos en este país en los próximos días”, dijo el senador Chris Dodd, presidente demócrata de la Comisión bancaria del Senado, comparando esta cifra con los más de 450 mil millones de dólares desbloqueados para el banco Citigroup y la firma de seguros AIG, sin voto del Congreso.
En una entrevista grabada en el programa Meet the Press, Obama declaró: “no creo que sea una opción simplemente permitir que colapse”, en referencia al sector automotriz.
“Lo que tenemos que hacer es brindarles ayuda, pero que esa asistencia esté condicionada a que ellos realicen significativos ajustes. Van a tener que restructurar y todos sus accionistas van a tener que restructurar”, advirtió.
Obama mencionó en Chicago que los directivos de las automotrices deben elegir entre cambiar sus métodos –si quieren beneficiarse de la ayuda pública– o renunciar. Hizo hincapié en que “debemos tener una industria automotriz que comprenda que no puede seguir trabajando de la misma manera”.
Obama recomendó: “mejor que empiecen a fabricar autos eficientes en el uso de combustible. He sido un fuerte crítico de la falla de la industria automotriz en adaptarse a los tiempos cambiantes, que demandan la fabricación de autos pequeños y eficientes en energía que se adapten al nuevo mercado”, enfatizó.
“Si los directivos actualmente en funciones no entienden la urgencia de la situación y no quieren hacer elecciones difíciles y adaptarse a las nuevas circunstancias, entonces deberían irse”, agregó Obama.
Antes de auxiliar a las automotrices, los legisladores reclaman condiciones estrictas de supervisión en el uso de los fondos y una restructuración profunda de la producción, al tiempo que aumentan las voces que piden la restructuración de las firmas y la salida de Rick Wagoner como jefe de General Motors Co (GM).
En Canadá, las filiales de las compañías General Motors, Chrysler y Ford piden al gobierno de ese país una ayuda equivalente a 4.7 mil millones de dólares estadunidenses, un tercio del apoyo alcanzado en Estados Unidos, para poder sobrevivir.
Golpeados por cifras de desempleo que mostraron que en noviembre se perdieron más de medio millón de empleos, los negociadores buscan un principio de acuerdo para dar a las “tres grandes” automotrices estadunidenses por lo menos 15 mil millones de dólares en préstamos de corto plazo.
Las personas que apoyan este rescate esperan que logre la aprobación del Congreso esta semana, para ser remitida al presidente George W. Bush, en la que podría ser una de las últimas grandes decisiones antes de entregar el poder a Obama.
Un demócrata de alto rango involucrado en el tema declaró que se prevé que los negociadores tengan un acuerdo final para el lunes, pero se mostró menos seguro sobre si había suficiente apoyo en el Congreso para ayudar a GM, Ford Motor Co y Chrysler LLC.
“Obviamente, esa es una interrogante mucho más complicada que si los votos están allí”, manifestó el senador Carl Levin por Michigan a Fox News Sunday.