■ Entre 2001 y 2008 no creció el número de patentes en México, señala Rosaura Ruiz

Ineficaz, el programa de estímulos fiscales para la investigación tecnológica: AMC

■ El organismo no rechaza los subsidios a empresas, pero pide que se traduzcan en desarrollo para el país

Mariana Norandi

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) exigió conocer los resultados en investigación tecnológica obtenidos del programa de estímulos fiscales que benefició a empresas nacionales y extranjeras privadas, del año 2001 al 2008, y que implicó la suma de 18 mil 500 millones de pesos en condonación de impuestos. Asimismo, demandó que el nuevo programa de apoyo directo a empresas para investigación tecnológica, que sustituye al anterior de estímulos fiscales, y que representa la inversión de 3 mil millones de pesos, sea transparente y se realice con la colaboración de instituciones de educación superior reconocidas en investigación científica.

“El número de patentes en México no aumentó en el lapso en el que se dieron estímulos fiscales. Antes de este periodo México producía un promedio de 140 patentes al año y sigue igual. Los 18 mil 500 millones de pesos que se otorgaron en estímulos fiscales nunca los vio la ciencia, no se notaron. Pero lo que sí aumentó, sin embargo, es el número de patentes de extranjeros en México”, dijo en conferencia de prensa.

La presidenta de esta institución, Rosaura Ruiz Gutiérrez, remarcó que uno de los indicadores que demuestra la falta de resultados en investigación tecnológica es que en ese periodo de siete años en México el número de patentes no se ha incrementado.

Explicó que el coeficiente de inventiva de México, es decir, el número de patentes que produce en relación con el total de la población, es 0.5, lo cual, agregó, es “francamente ridículo” a escala mundial, pues por ejemplo Japón posee un coeficiente de inventiva de 38.

Ruiz Gutiérrez dio a conocer una lista de las empresas más beneficiadas por este programa de estímulos fiscales. Según datos del año 2007, en que las empresas obtuvieron estímulos fiscales por el monto de 4 mil 500 millones de pesos, la empresa más beneficiada fue Controladora General Motors de México, con 549 millones 999 mil 999 pesos; luego Chrysler de México, con 196 millones 558 mil 158 pesos; L.C. Terminal Portuaria de Contenedores, 183 millones 322 mil 916 pesos; Volkswagen de México, 128 millones 953 mil 871 pesos; Mabe México, 92 millones 267 mil 251 pesos; Investigación de Tecnología Avanzada, 67 millones 345 mil 788 pesos; Nemak, 63 millones 742 mil 82 pesos; Compañía Mexicana de Aviación, 57 millones 520 mil 420 pesos; Sigma Alimentos Noreste, 53 millones 172 mil 371 pesos, y Productos Roche, 53 millones 165 mil 829 pesos.

Este programa de estímulos fiscales será sustituido el próximo año por cuatro nuevos programas, que suman 3 mil millones de pesos y cuyo propósito, explicó la presidenta de la AMC, es el de canalizar subsidios directos para apoyar las actividades científicas y tecnológicas de empresas y organismos del sector privado.

Estos programas son Fomento regional para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación, para incrementar la capacidad de impulsar el desarrollo económico y social de los municipios, estados y regiones, que cuenta con un monto de subsidio de 500 millones de pesos; Innovación tecnológica para negocios de alto valor agregado, con 600 millones de pesos; Desarrollo e innovación en tecnologías precursoras con 700 millones de pesos, e Innovación tecnológica para la competitividad de empresas, que obtendrá un subsidio de mil 200 millones de pesos.

En este sentido señaló que la AMC no rechaza que se otorguen estos subsidios a empresas para investigación científica, pero siempre y cuando en las reglas de operación de estos programas se especifique que esa inversión se traduzca en desarrollo tecnológico para México, es decir, que si hay patentes, que sean para el país. También demandó que las empresas trabajen con instituciones de educación superior e investigación científica prestigiadas en la materia, y que ese presupuesto no se utilice para la importación de tecnología, sino para desarrollar ésta en México.

“Hay que seguir y monitorear el uso de esos recursos, para que sean realmente invertidos en investigación y en beneficio de México”.

Recordó que los recursos del año pasado en nuestro país para ciencia básica fueron sólo de 700 millones de pesos y ahora serán 3 mil para ciencia aplicada.

“Es un error que no se aumente el presupuesto a ciencia básica”, porque si ésta no existe tampoco hay conocimiento que aplicar.

Por otro lado, calificó de “negativo” el presupuesto federal que se destinará a ciencia y tecnología en 2009 y apuntó que, en términos reales, el gasto para el próximo año asciende a 0.33 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras que en el 2008 había sido de 0.34 por ciento del PIB.

“No hay congruencia entre el discurso y el presupuesto. El Ejecutivo tuvo un discurso de apoyo a la ciencia, pero en la práctica no fue así porque el presupuesto bajó una centésima. Si seguimos disminuyendo así, no llegaremos nunca al uno por ciento del PIB, como establece la ley” expresó.