■ Pide canciller de la ANP intervención del Consejo de Seguridad
Protestas palestinas por atropellos de israelíes desalojados en Hebrón
Hebrón, 5 de diciembre. Ciudadanos palestinos protestaron hoy contra los atropellos a que fueron sometidos por colonos israelíes desalojados de un edificio en Hebrón, Cisjordania, luego que las fuerzas de seguridad de Israel fueron incapaces de impedir los actos de violencia contra la población palestina, que duraron varias horas.
La violencia se extendió a otras zonas donde los colonos incendiaron montes de olivos, un día después de haber baleado y herido a tres palestinos, furiosos porque se había desalojado a familias israelíes de un edificio ocupado a despecho de una orden judicial.
Las autoridades israelíes pidieron refuerzos para contener los disturbios y limitaron el acceso a la Explanada de las Mezquitas, en la ciudad de Jerusalén
Jóvenes palestinos quemaron neumáticos en Hebrón y arrojaron piedras en un puesto de control a soldados israelíes, quienes respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma, según testigos.
El canciller palestino, Riyad Malki, acusó a los colonos de “hacerles la guerra” a los palestinos e instó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a tomar cartas en el asunto.
Dijo en la ciudad cisjordana de Ramallah que los colonos se estaban aprovechando de un vacío de poder desde la reciente renuncia del primer ministro Ehud Olmert, y que Israel parecía “demasiado débil como para tomar alguna medida contra los colonos”.
Robert Serry, el enviado de Naciones Unidas para Medio Oriente, emitió una declaración en la que se dijo “preocupado ante la posibilidad de una escalada” de violencia.
El funcionario exigió “que los ataques de los colonos cesen de inmediato, y moderación y calma de todos los implicados”. Serry también reclamó “vigilancia de las autoridades israelíes para asegurarse que no se repitan los sucesos de ayer (jueves)”.
Hebrón, una ciudad en la que viven 180 mil palestinos, ha sido un foco de discordia desde que allí viven 650 colonos judíos, en enclaves fortificados custodiados por tropas de ocupación de Israel.
Palestinos y países europeos consideran que las decenas de asentamientos, que Israel ha construido en Cisjordania desde que la ocupó en la guerra de 1967, son un obstáculo fundamental para lograr la paz en la región.
El primer ministro palestino, Salam Fayad, declaró que mientras su gobierno se esfuerza por mejorar la seguridad y las condiciones de vida en Cisjordania, Israel continúa con su política de colonización allí y mantiene cientos de cordones militares que dividen el territorio.